Horacio Rodríguez Larreta logró instalarse como un gran gestor, un político moderado solo dedicado a la gestión. Esa imagen esconde que fue parte del gobierno de Mauricio Macri que hundió al país y oculta la Ciudad de las grandes desigualdades que hoy gobierna.

Hablamos de una ciudad con el 37,6% de las personas en condición de vulnerabilidad social y el 42,7% de los niños, niñas y adolescentes en situación de pobreza.

Esta realidad es la que siempre vi en mis 18 años trabajando como operadora social en Villa 21-24. La falta de acceso a la vivienda, a una alimentación saludable y a la educación nunca mejoró y se agravó durante la pandemia.

Este año Rodríguez Larreta quiso presentarse como el abanderado de los derechos de los niños y la educación. Pero se olvidó de los casi 30.000 niños y niñas que cada año no pueden ingresar a la escuela pública por la falta de vacantes.

En 2019 con Myriam Bregman y Patricio del Corro, junto a docentes y familias, conquistamos una sentencia que exigía garantizar vacantes para todos en la educación pública. ¿Qué hizo el jefe de Gobierno? Apeló la sentencia para suspenderla y no cumplirla.

Este desprecio por la educación pública y los pibes lo volvimos a ver en marzo del año pasado. Cuando empezaba la emergencia sanitaria, el Gobierno porteño eliminó el almuerzo escolar y lo cambió por un sándwich.

Por esto también tuvimos que iniciar un amparo judicial para lograr que se entregue una canasta de alimentos. Porque en cada escuela que recorremos escuchamos los mismos relatos: muchos chicos y chicas llegan sin comer.

También la situación laboral en la Ciudad es alarmante. La desocupación es del 10% y la precarización laboral asciende al 37,5%. Los más afectados son nuevamente las y los jóvenes, donde el nivel de precarización laboral es del 44,9%.

Esta grave situación social y económica no puede explicarse sin el ajuste que viene aplicando el Gobierno nacional. En ese contexto Rodríguez Larreta se convirtió de repente en "el amigo Horacio" y en la Legislatura porteña el Frente de Todos aportó sus votos para que el jefe de Gobierno apruebe sus principales leyes.

Ese aporte incluyó un endeudamiento por 150 millones de dólares y beneficios fiscales para las grandes constructoras y cadenas de comida rápida como McDonald´s. También una ley que afecta a miles de pibes y pibas que trabajan en las apps de delivery: siendo esenciales en la pandemia, la Legislatura legalizó su precarización laboral y el fraude de las empresas.

Solo la izquierda se opuso y votó en contra de estas leyes.

En estas elecciones queremos fortalecer al Frente de Izquierda Unidad y construir una potente tercera fuerza en la Ciudad que se plante en serio contra Rodríguez Larreta y el Gobierno nacional, que sigue gestionando la herencia macrista y lleva adelante un ajuste contra los trabajadores y los sectores populares.

En la Ciudad contamos con una gran fuerza militante en escuelas, hospitales, el subte, universidades y barrios populares.

Acompañamos cada pelea en las calles y dentro de la Legislatura. La izquierda es imprescindible en esta situación para defender consecuentemente los derechos del pueblo trabajador.

(*) - Ex legisladora porteña de FIT Unidad y precandidata con vistas a las próximas elecciones.