La campaña electoral en esta nueva fase transita una instancia muy parecida a la anterior y creo que puede calificarse de escandalosa. En mi experiencia de vida política pública no he visto una campaña más banalizada, insustancial, sin que haya una mínimo de pensamiento político que pueda superar los argumentos persona a persona.

Se supone que tiene que haber una elaboración de quienes pretenden orientar o referenciar en la sociedad , en el pensamiento político, y las ideas políticas.

Habría que incorporar en la agenda de discusión elementos complementarios. De la seguridad se habla genéricamente, quiero conocer la idea de cada uno  Y no con los balances numéricos que son imposible constatar, del número de procedimientos o de la pura estadística.

Cuando hablo de pensamiento e ideas hablo de cuestiones más cualitativas. Otra cuestión que señalo siempre es que los que pretenden ser representantes de la provincia Buenos Aires no van al núcleo central de la problemática: pensar estratégicamente como se puede reconducir la asimetría de la demografía de nuestro país. Obviamente esto no se hace de un día para otro y es complejo, no es solamente “refaccionar” los lugares donde están los asentamientos o Villa miserias, porque eso lo único que genera si no se cambia estructuralmente es la gentrificación.

Entonces hay que generar inteligentemente ciudades alternativas, obviamente eso obliga a un un redimensionamiento de lo que todo implica el transporte, la red, la unión entre pueblos, recordemos cuando cerraron los ferrocarriles muchos de los ramales se perdieron pueblos enteros en nuestro país y además complementarlo con como hacer sitios de atracción, turísticas, en fin, son todos temas concatenados.

Yo no escucho ninguno de esos problemas planteados con seriedad, si la reiteración a lugares comunes, frases comunes, expresiones comunes, por ahí tratando de buscar alguna frase que destelle pero en pocos segundos se desvanece.

Lo que se entiende por campaña electoral está muy lejos de cumplir la tarea fundamental que es la información, no la desinformación o la sobre información

Las campañas electorales tienen diversos modos o derrames de dispersión según los líderes que actúan y fundamentalmente en las conversaciones que se dan entre las personas, o sea la campaña electoral sufre por parte de algunos especialistas una simplificación que no ayuda a pensar la política.

Reafirmo que es pobre, ha sido pobre para las PASO y ridícula en muchos casos y no veo que cambie el lector en esta nueva fase que estamos atravesando.

Los debates no lo gana nadie nunca, porque en general están guionados. Los debates sirven para reforzar un poco el prejuicio que tiene cada uno, las campañas electorales cada vez más desgastadas sirven o actúan para usar una metáfora cómo si fuese un revelador fotográfico.

La imagen aunque no se vea se va configurando en la memoria antes y durante la campaña, finalmente en el acto decisorio del voto. O sea que se debe que tener un revelador o un sistema químico de reveladores para que aparezca esa imagen y se configure y obviamente eso va a cambiar los actores .

La frase de los actores políticos que están compitiendo en las redes sociales no ayudan realmente a crear una verdadera conciencia sobre nuestro destino, nuestro ser como Argentina, nuestro proyecto del país, que en última instancia es de lo que carecemos absolutamente desde hace bastante tiempo .

Proyecto no es una abstracción, es concretamente trabajar para un objetivo que es la cohesión social, más allá de diferentes posturas que puede haber, se buscan los vínculos esenciales como para marcar un rumbo pero el Gobierno no tiene brújula y lo peor es que su carencia también se refleja en que muchos grupos de ciudadanos no tenemos brújula como para tomar una decisión eficiente en el sentido de buscar medios y fines.

Soy muy prudente siempre en hacer presagios pero en principio veo muy difícil que se revierte el resultado, lo que sí puede ocurrir en la provincia de Buenos Aires es un acortamiento de la distancia. Lo que me preocupa más es qué va a ocurrir el 15 de noviembre y de ahí en adelante, porque la situación de nuestro país es muy compleja y temo un aumento ascendente de violencia por la conflictividad social y no creo que haya eso que se repite constantemente de buscar acuerdos o pactos, ni espíritu, ni madurez, salvo que la gravedad de la crisis obligue a construir escenarios que en este momento no los podemos representar como posibilidad pero no como certeza.

Carlos Campolongo es periodista, abogado, referente del peronismo