El ex presidente Mauricio Macri le preguntó a la titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, qué grado de participación tiene el Poder Ejecutivo en la política de inteligencia y si el propio jefe del Estado participa de su ejecución.

Los interrogantes no precisan un segmento temporal, es decir no está claro si se refiere a la presidencia de Macri, a la actual de Alberto Fernández o a todas en general.

La pregunta forma parte del pliego que le envió el juez federal subrogante de Dolores, Martín Bava a Caamaño, a instancias de Macri, quien pidió su testimonio en el marco de la causa por presunto espionaje ilegal a familiares de víctimas del ARA San Juan.

La ambigüedad de las preguntas parece apuntada a determinar si, en el caso de que el presidente de la Nación interviniera directamente en las acciones de inteligencia,  la documentación que complica a Macri pudiera haber sido una maniobra del actual gobierno para incriminar a su antecesor.

En el caso de que la respuesta fuera negativa, pues entonces sería la actual titular de la AFI quien habría desincriminado a Macri del espionaje ilegal.

Las preguntas fueron formuladas por el abogado de Macri, el ex fiscal Pablo Lanusse, pero también interrogaron por escrito a Caamaño la defensa del ex titular de la AFI Gustavo Arribas y el fiscal federal de Dolores, Juan Pablo Curi.

Arribas, a través de su abogado, Jorge Sourigues, enfatizó en el funcionamiento interno de la AFI, especialmente en los protocolos para desclasificar información cifrada y en el software utilizado por la actual gestión de inteligencia para extraer datos de dispositivos tecnológicos donde estaban almacenadas las evidencias del espionaje.

Por su parte, el fiscal Curi se focalizó en saber si la AFI colaboraba con la custodia presidencial y la Casa Militar en la seguridad de los principales funcionarios del Estado, en especial el primer mandatario, en sus viajes al interior.

En ese sentido, el fiscal le preguntó a Caamaño si los agentes de inteligencia deben “articular” con el entorno más cercano al presidente “medidas” para garantizar la seguridad.

El pliego de preguntas de Curi también incluye una que parece orientada a determinar si se pudo haber manipulado prueba de cargo contra Macri.

El fiscal preguntó quién estuvo a cargo de la AFI entre el final de la gestión de Arribas y la vicedirectora Silvia Majdalani, y el momento en que asumió Caamaño, un lapso de diez días que va desde el 10 hasta el 20 diciembre de 2019.

Finalmente, el fiscal hurgó en las funciones internas de las distintas reparticiones de la AFI, como la Dirección Operacional de Contrainteligencia, la Dirección Reunión Interior y las Delegaciones provinciales, entre las que se encontraba la de Mar del Plata, sospechada de haber llevado a cabo las tareas de espionaje sobre los familiares de las víctimas del submarino.

Sobre ese particular, Curi preguntó si los espías provinciales estaban autorizados a trabajar a órdenes de otros departamentos o direcciones de la AFI diferentes a los que tenían poder jerárquico sobre ellos.

La interventora de la AFI dispone de cinco días hábiles para responder las preguntas.

El plazo vencerá el próximo 24 de noviembre.