El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, volvió a cuestionar hoy a la Ciudad de Buenos Aires por su gestión de la pandemia, al afirmar que en la Provincia están "un poco podridos con estas cosas de amesetar la curva" y remarcó que "hay que bajarla", en el marco de su reclamo por mayores restricciones.

En momentos en que el Gobierno nacional define nuevas restricciones ante la segunda ola de Covid-19 en consulta con todas las jurisdicciones del país, el gobernador de Buenos Aires sentenció: "Ya nos tienen un poco podridos con estas cosas de amesetar la curva. No nos podemos resignar a que la gente se contagie".

"Resulta que si tenemos 30 mil casos, pero no aumentan, estaríamos bien. 30 mil casos significa una cantidad equivalente proporcional de enfermos, enfermos graves y fallecidos", explicó Kicillof, al tiempo que advirtió que la situación sanitaria es "muy preocupante".

El mandatario bonaerense señaló que "cuando la curva crece a esta velocidad no hay sistema que aguante" y subrayó que "había que detener la evolución de la curva", tras lo cual agregó: "Ahora que está un poco más estabilizada, lo que hay que hacer es bajarla porque sino vamos a seguir en la ocupación el 80 o 90 por ciento".

Kicillof afirmó que el sistema sanitario "en la Ciudad de Buenos Aires ya desbordó", y señaló: "Desbordó obviamente una parte hacia la provincia de Buenos Aires. Nosotros encantados y dispuestos de recibir a todo aquel que necesita ayuda, pero tiene limite".

En este sentido, el gobernador sostuvo que escuchó al ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, decir "que tenían más del 80% de ocupación de camas" y agregó: "Más allá de la discusión del número, es importante que reconozcan eso porque significa que está lleno y no se puede sostener con ese nivel de atención".

El mandatario provincial insistió en la necesidad de aplicar más restricciones a la movilidad y advirtió: "Si no detenemos el paso del virus, la verdad que va a ser muy complicado. No dan mas los trabajadores de la salud".

Al respecto, afirmó que "se tomaron medidas oportunas que permitieron reducir la velocidad del aumento de casos, que se estancara" pero remarcó que "hace falta bajar la curva" y agregó: "Lo que buscamos es una coordinación con la Ciudad de Buenos Aires".

Tras advertir que "30 mil o 20 mil contagios son muchísimos muertos", Kicillof sostuvo que "lo que hay que hacer es bajar la curva, y bajar la curva significa menos contacto, más distanciamiento, menos movilidad".

"¿Qué hizo el mundo cuando le subieron, diez veces menos, los contagios? Cerró todo. Entonces no es que es la receta bonaerense para la pandemia, es lo que ha garantizado una caída drástica de la circulación, y por tanto una caída fuerte de los contagios", destacó.

En la misma línea que el gobernador, el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, afirmó este jueves que las medidas que se adoptarán a partir del 1 de mayo deben estar coordinadas con la Ciudad para "dar un mensaje claro y único" a la población.

Kreplak aseguró que "la situación es de una cantidad de casos muy grande, que venía en un ascenso muy rápido pero se logró enlentecer ese aumento". "En estos días ya se pueden observar los resultados de las restricciones y empezamos a observar una pequeña caída", sostuvo el funcionario, pero indicó que "no alcanza esta caída de casos".

En declaraciones radiales, el sanitarista destacó: "Estamos con muchísimas posibilidades de que el sistema de salud no esté a la altura de atender la demanda".

"Puede haber problemas en cualquier lugar. El sistema de salud está en un nivel de estrés muy grande. Siguen ingresando más pacientes de los que egresan", destacó el funcionario bonaerense, quien expresó que se siguen "sumando camas, pero eso puede ayudar unos días".

En ese sentido, Kreplak aseguró: "Tenemos que bajar mucho la cantidad de casos. En la provincia tenemos un promedio de 11.000 diarios y tendríamos que bajarlo a menos de 3.000".

"Si no bajamos la base de casos nos puede agarrar el invierno con otra ola mucho más potente", evaluó el viceministro bonaerense y agregó: "Necesitamos que las restricciones se endurezcan más. Hay que aprovechar que empezaron a bajar los casos y lograr que bajen más".

Respecto de la vacunación, afirmó que "la población de riesgo de la provincia está en 5,5 millones" y hay "2,9 millones ya inmunizadas", tras lo cual precisó: "Nos falta 1,5 millón del segundo grupo de riesgo. Depende de la velocidad de las vacunas que vayan llegando".

"Esperamos que para la llegada del invierno podamos tener a toda la población de riesgo vacunada", explicó el viceministro de Salud.