Con un tono enardecido, el gobernador bonaerense Axel Kicillof reflejó hoy los datos de una temporada de verano que a su criterio “empezó mal y terminó peor” y acusó directamente al presidente Javier Milei de haber “destruido la temporada".

“Veníamos de tener una temporada récord tras otra. Siempre batiendo récord de estadía, de ocupación, de venta, de ocupación, de asistencia, de turismo en cada uno de los destinos de la provincia de Buenos Aires”, recordó nostálgico el mandatario kirchnerista en una conferencia de prensa en Necochea.

Según dijo, “lo único que cambió de la temporada pasada a ésta es la política económica y la política en general del Gobierno nacional. Diría un cantante: ´No culpes a la lluvia, no culpes a la playa´", dijo parafraseando un fragmento memorable de la canción “Será que no me amas” del icónico cantante mexicano Luis Miguel. 

De la humorada Kicillof pasó rápidamente a la diatriba furiosa contra el presidente, elevando el tono de su voz e identificándolo como el único culpable de la caída de los indicadores turísticos.

Fue Milei el que destruyó la temporada. Fue Milei y sus políticas. Destruyó la temporada y terminamos esta semana con 18% de caída en afluencia turística”, enfatizó.

Luego ensayó una suerte de balance de lo que fue la temporada turística, otorgándole una baja calificación, aunque matizando un poco el análisis.

“Es una temporada difícil de medir porque a veces la cantidad de visitantes en la provincia de Buenos Aires, a veces por sustitución de otros destinos…son muchos factores”, arrancó, reconociendo en cierta forma que la cantidad de turistas en la provincia no fue demasiado distinto al de temporadas pasadas. 

Pero luego profundizó sobre la caída del movimiento económico que generó esa afluencia turística, con datos demoledores.

"La cantidad de visitantes se mantenía más o menos estable respecto de la anterior temporada pero todos los demás indicadores venían cayéndose. La estadía, o sea la cantidad de días que pasaban quienes venían a visitarnos, y principalmente el consumo que venía exhibiendo caídas del 25 y el 30% y ahora se profundizó a casi 40% (en la última semana respecto de la misma semana del 2023).

“Así que fue una temporada que empezó mal y terminó peor”, resumió el ex ministro de Economía de Cristina Kirchner.

Después enmarcó este diagnóstico desolador en “la ausencia del Estado nacional”, que a su criterio es el factor responsable de la magra cosecha turística de la temporada de verano. 

“A veces parece que el Estado nacional se borra, se corre, deserta de funciones básicas que tiene. No es que por haber ganado una elección el Estado nacional puede no ocuparse de nada”, recriminó el gobernador bonaerense.

Enfrentado a Milei, Kicillof destacó que “la temporada exhibe el país fragmentado al que apuntan las políticas nacionales: mientras se sostuvo el turismo en establecimientos y zonas para un alto poder adquisitivo, se desplomó en los destinos populares que visitan los trabajadores”. 

“Fue el resultado de la ausencia de un Gobierno nacional que, mientras le quita fondos a las provincias, abandona sus responsabilidades y deja a muchos al costado del camino”, explicó.

La segunda quincena de febrero fue el periodo de menor actividad turística de la temporada, con un 17,6% menos de visitantes respecto del año pasado. 

En cuanto a la ocupación hotelera, el fin de semana pasado se registraron caídas en casi todos los destinos, llegando en algunos casos a dar cuenta de un 50% menos en comparación la temporada anterior.

Kicillof encabezó la última conferencia de verano de la temporada en el parador La Hélice de Quequén, junto a los ministros de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, Augusto Costa, y de Salud, Nicolás Kreplak; y el intendente de Necochea, Arturo Rojas.