Las autoridades de la coalición Juntos por el Cambio cuestionó hoy la campaña de vacunación en medio de la segunda ola de coronavirus pero bajó el tono crítico ante la posibilidad de nuevas restricciones, aunque advirtió que "deberán estar rigurosamente planificadas y ser factibles de ser aplicadas".

Los principales referentes del PRO, la UCR y la Coalición Cívica -con la excepción del ex presidente Mauricio Macri, que no participó- se reunieron por la plataforma Zoom, como todas las semanas, para fijar una postura ante el nuevo escenario de un fuerte rebrote de la pandemia y emitieron un comunicado en el que expresaron en primer lugar su "preocupación por el impacto de la segunda ola".

"Lamentamos las enormes deficiencias de la campaña de vacunación, tanto en las expectativas generadas, como en la adquisición, administración, distribución y transparencia", señalaron los dirigentes, al tiempo que sostuvieron que "la sociedad merece saber por qué no hay más vacunas" y que "el
Gobierno le debe una explicación a todos los argentinos".

Seguidamente, señalaron que "con este marco sanitario preocupante, es posible que se incrementen la presiones para implementar cierres y restricciones" y agregaron: "Creemos que ante este panorama, si debemos convivir con más restricciones, las mismas deberán estar rigurosamente planificadas y ser factibles de ser aplicadas".

De esta manera, la principal fuerza opositora mostró mayor predisposición ante eventuales restricciones de la que había exhibido la semana pasada, lo cual generó diferencias internas en el frente opositor, a pesar de que el comunicado fue consensuado por todas las fuerzas políticas.

Y es que la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quería una posición más dura frente a las posibles restricciones que evalúa el Gobierno nacional por el marcado crecimiento de casos de Covid-19, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

De todos modos, Juntos por el Cambio ratificó su posición respecto de que, en caso de adoptarse nuevas medidas, "hay que priorizar y garantizar el derecho a aprender, a trabajar, así como también las libertades y garantías fundamentales".

"En ningún caso, ni aquellas ni estas pueden estar sujetas a presiones sectoriales corporativas o la peor de la política que antepone lo particular a lo colectivo", agregaron.

En este sentido, afirmaron: "Los argentinos sabemos que producto de una pésima utilización previa de las restricciones existentes, estamos ante nuevas carencias sociales y económicas en un marco de hartazgo. Y que, como hemos señalado en su oportunidad, el presupuesto nacional no contempló la necesidad de recursos para enfrentar una posible segunda ola sin las vacunas suficientes".

"Por eso, es urgente que se resuelva la manera de dar las ayudas económicas que se precisen de resultar necesario implementar algún tipo de cierre por parte del Gobierno nacional", subrayaron los dirigentes opositores.

Además, la coalición sostuvo que "con circulación de nuevas cepas por todo el territorio los lineamientos generales de restricción tendrán que ser determinados por el Gobierno nacional en conversación con las provincias".

"Al mismo tiempo exhortamos al Gobierno Nacional a mejorar de manera urgente la totalidad del proceso vacunatorio", señalaron sobre el final del comunicado, al tiempo que expresaron su "plena disposición al diálogo sincero, sin golpes bajos y segundas intenciones".

Del encuentro participaron, además de Bullrich, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal; el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, el ex candidato a vicepresidente Miguel Pichetto y los gobernadores Gerardo Morales (Jujuy) y Rodolfo Suárez (Mendoza).

También los referentes parlamentarios de Juntos por el Cambio Mario Negri, Luis Naidenoff y Martín Lousteau (UCR); Cristian Ritondo y Humberto Schiavoni (PRO) y Maximiliano Ferraro, Juan Manuel López y Maricel Etchecoin (Coalición Cívica).

La mayor apertura ante posibles restricciones por parte de la coalición opositora se da en el marco de un nuevo acercamiento entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio a raíz del impacto de la segunda ola y a pesar de las diferencias políticas entre ambos espacios, principalmente entre los sectores denominados "duros".

En ese marco, los dos espacios políticos empezaron a conversar sobre la posibilidad de postergar un mes las elecciones primarias y las generales de este año, con el fin de evitar concentraciones masivas de gente.