El ex embajador argentino en los Estados Unidos Jorge Argüello señaló que “hay una decisión unilateral” de Javier Milei de “encuadrarse” detrás de Estados Unidos e Israel y consideró que se trata de una postura “un poco extraña” teniendo en cuenta que el interés nacional muestra “que la balanza comercial argentina reconoce en China a su segundo socio comercial”.

 “Hay una decisión unilateral por parte del Presidente de la Argentina, de encuadrarse -y lo ha dicho infinidad de veces- detrás de Estados Unidos e Israel. Es una decisión un poco extraña, teniendo en cuenta que el interés nacional nos muestra claramente que la balanza comercial argentina reconoce en China a su segundo socio comercial. China, comercialmente hablando, en términos de trade, de intercambio comercial, es más importante que Estados Unidos para nosotros. Entonces, a mí se me ocurre pensar que la estrategia que mejor atiende el interés nacional es aquella que multiplica vínculos, no aquella que los reduce. Desde esa perspectiva, no coincido con la definición que ha adoptado el Gobierno nacional”, dijo.

En esta entrevista con Newsweek Argentina, el diplomático añadió: “De alguna manera se ha involucrado en el proceso electoral, asistiendo, por ejemplo, a la última reunión de los conservadores. Lo vimos por televisión: se reunió con el ex presidente Trump y le manifestó su deseo y su expectativa de que ocupe su despacho en la Casa Blanca a partir de fin de año. Esa es una definición que tiene que ver con el proceso interno de los Estados Unidos. Ahora, la agenda se sigue moviendo y muy bien. Nosotros tenemos una buena y estable relación con los Estados Unidos, que se ha verificado a lo largo de las últimas varias administraciones. La general Laura Richardson no vino por primera vez durante el mandato de Milei, ya vino el año pasado y se reunió con la entonces vicepresidenta, Cristina Kirchner y antes que ella vino el almirante Faller, que era el predecesor de Richardson en el Comando Sur. Y, de la misma manera, hay visitas que van y vienen de manera permanente”.

Al ser consultado acerca de qué es lo que busca Milei con este alineamiento, indicó: “Es muy difícil para mí aventurar una respuesta, pero podría estar especulando con conseguir financiamiento para su vieja propuesta de dolarizar la economía argentina. Puede estar especulando con un triunfo de Trump. Puede estar buscando respaldo afuera, teniendo en cuenta la situación de debilidad institucional que tiene dentro del Congreso en Argentina. Debe haber más de una hipótesis. Me resulta difícil entender qué es lo que está procurando, pero está trabajando claramente en esa dirección”.

En tanto, al hablar de si esto puede conllevar algún perjuicio en el reclamo argentino por Malvinas, como se planteó durante el último 2 de abril, Argüello manifestó: “A la pregunta de si es posible, la respuesta es sí. ¿Es probable? No lo sé. Pero toda acción genera una reacción. Y toda decisión tiene una consecuencia. Todavía estamos hablando del comienzo de la gestión, en el que ha insinuado líneas de trabajo con Estados Unidos, con China y con otros países. Habrá que ver en el andar cómo esto se mueve”.

Luego, ante la consulta hacer a de si funciona la estrategia del Gobierno de que Milei salga a realizar declaraciones explosivas, polémicas y después la canciller Diana Mondino baje el tono y negocie por lo bajo, respondió: “Acabo de ver que la canciller Mondino anunció una visita a China. La verdad que si uno escucha lo que se viene diciendo desde el Gobierno con relación a China, no encaja. Por eso insisto yo en que hay que esperar un poco para poder evaluar con un poco más de certeza cuál es rumbo adoptado y cuáles son las consecuencias”.

También, opinó acerca de si hay similitudes entre la grieta de “las dos almas de Estados Unidos” con la grieta argentina: “No se trata solamente de Estados Unidos y de la Argentina. Lo puedo ver en Holanda, Italia, Portugal, Brasil. Hay una cierta demanda por insatisfacción. Es riesgoso, porque en el fondo la demanda va también sobre el sistema democrático. Pareciera que los sistemas de toma de decisiones estuvieran también en discusión. Hay entonces un descontento, que no es patrimonio exclusivo de los Estados Unidos ni de la Argentina. Básicamente, a mí me parece que recorre el espinel de la civilización occidental, y que le tenemos que prestar mucha atención. Porque no es lo mismo decir que ‘con la democracia se come, se cura y se educa’, que decir ‘con esta democracia no como, no me curo ni me educo’”.

Jorge Argüello evaluó la relación de Javier Milei con Estados Unidos

Argüello presentó su libro en Buenos Aires

La semana pasada, el ex embajador argentino en los Estados Unidos (2011-2013 y 2020-2023), presentó en Buenos Aires su nuevo libro, “Las dos almas de EEUU – Viaje al corazón de una sociedad fracturada”, en el que aborda la grieta que divide a ese país y que pone en riesgo no solo el “ser nacional” estadounidense, sino los mismos cimientos de la democracia.

“Las dos almas de Estados Unidos– Viaje al corazón de una sociedad fracturada” repasa su último mandato como embajador en Washington, en tiempos de Donald Trump y luego de Joe Biden, pasando por aquel 6 de enero de 2021 en el que una horda de fanáticos tomó el Capitolio con un saldo trágico.

Al hablar de su libro dijo: “Vendría a ser una especie de continuación de otro libro que publiqué luego de mi primer mandato como embajador de la Argentina en Washington: eran las cartas credenciales con Barack Obama y se llama ‘Historia urgente de los Estados Unidos’. Este nuevo libro, lo presento al terminar mi segundo mandato, presentando las cartas credenciales con el presidente Donald Trump, con cuya administración trabajé en el primer año de mi segundo mandato; los otros tres fueron con la administración de Joe Biden. Está prologado por Andrés Malamud”.

Al ser consultado acerca de a qué se refiere con la metáfora de “las dos almas”, indicó: “Supone un abordaje a lo que podríamos llamar ‘la grieta estadounidense’. Los argentinos creemos que somos los campeones mundiales de la grieta y, en realidad, no terminamos de advertir que el proceso de polarización y agrietamiento se está verificando en muchas democracias occidentales, en diversos continentes. Y, tal vez, la de Estados Unidos sea la más acentuada, porque allí lo que está en el vértice de ese desencuentro son valores muy profundos, esenciales, para la conformación de ese ser nacional. Estamos hablando de Dios, de la familia, del aborto, de la religión, de la tradición. También hay otras grietas que son menos profundas (no quiero llamarlas “superficiales”), pero que obedecen más a la coyuntura política o social”.

“Creo que es una grieta que pone en jaque al sistema. Y creo que en este 2024 la democracia de los Estados Unidos (sobre todo a partir del 6 de enero de 2021, que es lo que le da alta visibilidad a esta grieta) será sometida a un ‘test de estrés’. ¿Qué significa eso? Es una prueba de los límites del sistema, un modo de comprobar cómo se comporta bajo presiones extraordinarias y la democracia estadounidense está bajo presiones extraordinarias. No son nuevas, no arrancaron con Trump. Yo me acuerdo ya en la época de Clinton, cuando Gingrich era el jefe de la bancada republicana, marcaba claramente un camino conservador y de derecha dentro del Partido Republicano. Después, ese derrotero fue continuado por el Tea Party. Más tarde fue seguido por los orígenes del trumpismo y por Trump, cuando todavía era demócrata. Trump era aportante del Partido Demócrata y se fue convirtiendo al Partido Republicano, a la vez que inicia un proceso en el que termina adueñándose” añadió.

Además, señaló: “Donald Trump todavía no ha reconocido la victoria de Joe Biden. Es más, está prometiendo que va a liberar a los ‘rehenes’ que son los condenados penalmente por sedición. Por lo tanto, debemos prepararnos para un escenario en el que el que pierda este año no reconozca el resultado electoral. Porque ya pasó”

“Tenemos decenas de procesos penales en contra de Trump. En próximos días, se va a dictar sentencia en uno de los juicios que tiene por el pago que le hizo a una estrella porno y es probable que tenga sentencia antes de la elección. Pero también tiene procesos penales por retener documentos clasificados, los archivos clasificados de la Casa Blanca que le encontraron en su casa de Mar-a-lago, en Florida. Y decenas de procesos por intentar revertir el resultado de las elecciones en Georgia, y decenas por el asalto al Capitolio. Estamos hablando de cosas que exceden largamente lo que puede ser una venganza de quien ganó una elección. El Poder Judicial está funcionando, aun cuando Trump ha sido capaz de construir una mayoría de 6 a 3 en la Corte Suprema. Y, por esa razón, es poco probable que muchas de estas causas avancen”, dijo.

Al hablar de cómo podrían impactar esas “dos almas de los Estados Unidos”, en las próximas elecciones presidenciales, expresó: “Eso no lo sabemos. La moneda está girando en el aire. Hoy las encuestas indican diferencias interesantes. Estamos hablando de entre 2 y 4 puntos de ventaja para Donald Trump. Pero si volvemos a hablar en tres o cuatro semanas, es probable que en ese momento vaya ganando Biden. Lo que sí sabemos es que esta elección no va a poner punto final a la grieta”.