El mundo gremial se verá conmovido el próximo 8 de octubre con una elección “muy caliente” entre tres listas que se postulan para dirigir un gremio con muchos afiliados y que es clave por el nivel de información que manejan. 

El gremio de los trabajadores de la seguridad privada (UPSRA) es un gremio central. Sencillamente, conocen todos los movimientos de las empresas y personas acaudaladas del país. Y, lo conduce el histórico y octogenario dirigente duhaldista, Ángel García que va en búsqueda de su reelección.  

Ahora bien, la lista de García propone que se vote en empresas donde se atienden personas, oficinas públicas, empresas, escuelas privadas y, hasta hospitales. En todos los lugares posibles excepto en la sede gremial como sucede habitualmente en las elecciones sindicales. 

El pedido es insólito, pero, también, peligroso. Cuando se pone en juego la conducción de un gremio importante suelen contratarse integrantes de barras bravas, patovicas y otros forzudos. Pero, en esta elección, se agrega un componente explosivo inmenso como el TNT. Los que votan son miembros de seguridad privada. Saben de defensa personal, conocen de armas, no les temen a los delincuentes ni a las barras y, al haber tanto en juego, todo puede terminar mal. En violencia. 

Ninguno de los tres candidatos quiere que eso suceda, pero las pasiones gremiales que desatan crónicas policiales tienen varias páginas escritas. 

 Si bien por el momento hay tres listas que continúan en carrera, de cinco que se presentaron inicialmente, la tercera en discordia postula al diputado del Parlasur y ministro de trabajo de Santa Cruz, Julio Gutiérrez, en los últimos días ganó protagonismo la lista azul de Christian López que envió cerca de cien cartas documentos a gobernadores, dueños de empresas y funcionarios públicos para denunciar el intento del oficialista Ángel García de sacar la votación de las sedes gremiales, en búsqueda de una nueva reelección. 

El único que por ahora reaccionó a tiempo a las advertencias del candidato López, a propósito de los perjuicios y las responsabilidades que puede acarrear votar en un hospital u oficina pública el martes 8 de octubre, fue el Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, quien ordenó no habilitar esas sedes para la crucial votación sindical. 

El dirigente de la lista azul está esperando las respuestas a las cartas documento que envió a las 24 provincias, entre otros, al ministerio público de la provincia de Tucumán, donde se le advierte que “ se abstenga de realizar”, el acto eleccionario del 8 de octubre, “...en los hospitales Lules y Padilla”. En caso contrario, el candidato a reemplazar a García, solicita que “...se extrema las medidas de seguridad en protección y salvaguarda de las personas que concurrirán a tal acto. Caso contrario, formulo reserva de eventuales denuncias penales”, finaliza el escrito. 

Con esta misma fórmula, también se intimó a tomar conciencia de la gravedad de prestar lugares públicos concurridos para realizar una elección del gremio de la seguridad privada a la secretaría de Transporte de la Nación, por la idea de realizar la elección en la estación Glew, o al secretario general del gobierno de La Rioja, por autorizar la sede del parque eólico y del Banco de La Rioja. Este último hecho mereció una presentación para evitar ese lugar de votación ante las autoridades del Banco Central de la República Argentina. 

Casos como los anteriores se dan en sedes privadas del rubro, donde se propone votar en oficinas de Star S.A. Wolf Prevent o Pagus SRL. Todos “potenciales lugares donde pueden cometerse todo tipo de fraudes y desatar hechos violentos que no quisiéramos ver. No pedimos ninguna ventaja, sólo que se desarrolle un proceso eleccionario transparente y ordenado. El gobierno de Javier Milei que tanto habla de renovación sindical de limitar los mandatos, de democratización de las fuerzas gremiales, debería tomar nota de todas las trampas con las que se siguen manejando los mismos de siempre”, expresó a NA, Christian López. 

Por el momento se trata de una elección para tres candidatos que no descartan que sea postergada por orden de la secretaría laboral ante tantas irregularidades. 

Ángel García, un sindicalista octogenario que no se quiere despegar del sillón de secretario general a pesar de las controversias que generó durante su conducción de cuatro décadas del gremio de seguridad privada; Julio Gutiérrez, un gremialista y político patagónico multifunción que acumula cargos, en la actualidad, es legislador del Parlasur y ministro de trabajo de la provincia de Santa Cruz en el gobierno del admirador de Vladimir Putin, Claudio Vidal, otro de los nuevos políticos con pasado gremial petrolero, y Christian López, un joven dirigente cercano a la familia Moyano, formado en el exterior y con experiencia gremial previa que recorre el país advirtiendo acerca de la importancia de este sector de la economía en medio de tanta inseguridad, son los principales candidatos en esta crucial elección gremial que la administración de Milei sigue con atención.