Insaurralde: paranoia, lujos, sexo y una intriga detrás del escándalo que sacude a la provincia de Buenos Aires
Nadie sabe de dónde sacó Insaurralde la fortuna que gastó en un viaje de 15 días. Nadie lo sabe, pero todos lo sospechan.
"Confío en su impunidad". La fuente conoce a Martín Insaurralde mejor que nadie. Durante años le preguntó a este cronista por qué el periodismo no se ocupaba de uno de los barones del conurbano más ricos del país. En las últimas semanas, su nombre apareció vinculado a la trama del "ChocolateGate" ya que su sucesor en Lomas de Zamora, Federico Otermín, es el titular de la legislatura bonaerense.
A su vez, Carlos Pagni había mencionado la separación millonaria entre la vedette, Jésica Cirio, con el renunciante jefe de ministros de Axel Kicillof: "Le ofrecieron 20 millones de dólares pero ella pedía 50". ¿De dónde sacó semejante fortuna?
No es lo que se desprenden de sus declaraciones juradas. Insaurralde presentó, en el 2012, como diputado nacional, bienes por un millón y medio de pesos que incluían una casa de 342 metros cuadrados en Lomas y acciones en Sasaxa Libero SA por 371.812 pesos. Ahorraba en pesos. Nada más. Diez años después, su situación "en blanco" no había mejorado demasiado.
Ayer al mediodía, Sofía Clerici subió a su estado de Instagram algunos videos íntimos con el candidato a concejal de Lomas de Zamora. Mostró un impresionante yate llamado "Bandido" y algunos "regalitos" que le habría hecho su flamante novio, entre ellos, carteras de Louis Voitton. Ella, disimuladamente, grabó a Insaurralde en su intimidad para que nadie tenga dudas de la relación. No mostró una sábana húmeda. Lo mostró a uno de los políticos más poderosos del país teniendo sexo con ella.
Cuando Natacha Jaitt se sentó en la mesa de Mirtha Legrand, el nombre de Clerici apareció en uno de sus hilos tuiteros -hoy X- como una de las señoritas ofrecidas a los políticos y empresarios más ricos del país. También apareció en medio del escándalo de Daniel Scioli con Gisela Berger y, en La Matanza, aún recuerdan cuando la subía al escenario Fernando Espinoza acompañándola muy cerca. También le generó algún dolor de cabeza al conductor Alejandro Fantino.
"Blanqueó su relación, no se bancaba estar en las sombras", asegura otra modelo que estuvo cerca de algún político del conurbano bonaerense. El viaje a Marbella, España, se realizó entre el 7 y 22 de septiembre, en medio de la campaña electoral. La propia Clerici, sin repercusión en aquel entonces, subió un tuit anunciando su viaje con la palabra "Bye" y el dibujito de un avión el pasado 7 de septiembre. El 11 festejó su cumpleaños en España con su novio oculto, hasta ayer. "Estaban juntos desde hace un año" asegura un político del círculo cercano a Insaurralde que ayer escuchó sus argumentos en una reunión secreta en la que solo participaron los íntimos: "Fue una emboscada" dijeron cerca del ex funcionario de Axel Kicillof.
La tarde del último día de septiembre fue, para Insaurralde, interminable. Lo llamó Sergio Massa y le exigió su renuncia como funcionario de la provincia. Pero no presentó la renuncia como intendente en uso de licencia ni como candidato a concejal. Necesita futuros fueros. Anoche, Gastón Marano, lo había denunciado por lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
Otro de los "armadores" del PJ bonaerense asegura que en la provincia "están todos peleados" y a Martín Insaurralde "se la tenían junada". Uno de los impulsores del Plan Platita con show, recitales, bicicletas, pelotas de fútbol y obsequios de todo tipo en campaña, no contaba con el respaldo de su "padrino". Máximo Kirchner le había soltado la mano. Estaba al caer. La Cámpora colaboró con "promocionar" el escándalo: "Ellos mandaron fotos y videos a periodistas amigos". Hasta Jorge Rial y Roberto Navarro pidieron la renuncia de Insaurralde. No es casual.
Clerici se quejó de la "violación a su intimidad" en redes sociales. Luego cerró los comentarios. Nadie sabe de dónde sacó Insaurralde la fortuna que gastó en un viaje de 15 días, en medio de la campaña, a Marbella con un lujoso yate, langostas y obsequios por doquier, incluidos. Nadie lo sabe, pero todos lo sospechan.