Expertos que asesoran al presidente Alberto Fernández insistieron hoy en la necesidad de cerrar locales gastronómicos y advirtieron que se puede llegar a los 60.000 casos por día si no se frena la segunda ola de coronavirus.

El infectólogo asesor de Nación y Provincia Tomás Orduna expresó: "Le recomendamos al Presidente que hay que hacer restricciones fuertes entre 2 o 3 semanas para que tengan efecto".

"Ayer tuvimos 40.000 casos. Son números a los que no queríamos. Si esto sigue así la semana que viene tenemos 60.000 casos", alertó Orduna.

En ese sentido, el experto afirmó: "Lamentablemente la gastronomía abierta es una convocatoria a la actividad social y encuentros entre contagiados y no contagiados. Se han roto todos los protocolos en la gastronomía. Es mucha gente de grupos distintos con distancias de fácil contagio".

"La presencialidad de las clases a esta altura ya es claro que no", agregó en declaraciones radiales.

"Un país con más de 50.000 casos es parecido a una situación de guerra, eso si tiene impacto económico", advirtió.

El infectólogo pidió frenar "los polos gastronómicos" y consideró que "no sirven tampoco las mesas afuera".

"Hay que parar la gastronomía y el comercio no esencial. Creo que debe estar acompañado con el cierre de escuelas", resaltó Orduna.

"Analizamos la situación epidemiológico, hace una semana no pensaba que íbamos a tener 40 mil casos. Aumentaron los casos por las nuevas variantes de Covid 19 y por el comportamiento social que estamos teniendo", señaló.

En declaraciones radiales, el médico del hospital Muñiz afirmó que "las medidas que hay que tomar deben ser contundentes".

A su vez, el médico clínico y también asesor presidencial Luis Cámera sostuvo que "hay colocar un parate a esto".

"Analizamos medidas sencillas hasta esto. Hay que frenar la circulación de la gente y del virus. No hablamos de volver a fase 1, pero sí ajustar los puntos donde hubo problemas en estas restricciones", dijo Cámera.

"Hay que frenar. Le tengo miedo al comportamiento social. El problema no es cognitivo, sino que la gente no quiere hacer las medidas. Puede llegar a no respetarse", subrayó el médico.