Incidentes y gas pimienta frente al Congreso: organizaciones sociales cortaron el tránsito y Gendarmería activó el protocolo
Cortaron la Av. Rivadavia en plena hora pico y las fuerzas de seguridad accionaron para despejar las calles. Belliboni terminó golpeado en el piso. Hubo un detenido de nacionalidad chilena.
La Gendarmería Nacional y los manifestantes que se reunieron frente al Congreso de la Nación para protestar contra la Ley Ómnibus vivieron momentos de tensión cuando las fuerzas de seguridad intentaron hacer cumplir el protocolo antipiquetes.
En medio de una jornada de tensión frente al parlamento, donde la Cámara de Diputados se encuentra debatiendo el proyecto que impulsa el oficialismo, pasadas las 17, manifestantes del Partido Obrero, el PTS, el MST y el Frente de Izquierda bajaron de la plaza y ocuparon algunos carriles de la Av. Entre Ríos y de Av. Rivadavia.
En respuesta, sectores de infantería de la Policía Federal y Gendarmería formaron una fila para impedir que se cortara el tránsito, que estuvo detenido unos minutos mientras las fuerzas de seguridad avanzaban sobre las agrupaciones sociales que protestaban.
https://x.com/NAagencia/status/1752819573672304840?s=20
Cerca de las 18 se logró liberar un carril de la Av. Rivadavia, pero luego el transito volvió a interrumpirse.
Luego, la policía arrojó gas pimienta sobre los manifestantes, lo que incrementó la tensión en el lugar. Dentro del grupo de personas que protestaban se encontraba la legisladora del Frente de Izquierda, Celeste Fierro.
Más tarde, arribó al lugar una columna de Prefectura Naval Argentina equipados con escudos y cascos, lo que aumentó el nerviosismo entre las fuerzas del orden y los manifestantes.
La concentración en el Congreso comenzó en horas del medio día y está anunciada una posterior "vigilia de necesidad y urgencia" en rechazo a la Ley Ómnibus.
El Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich había ultimado detalles para la activación del protocolo antipiquetes y el despliegue de un megaoperativo de seguridad para intentar mantener el control de la movilización convocada por la izquierda.
Decenas de efectivos de las distintas fuerzas de seguridad permanecen apostados en las inmediaciones del Congreso para evitar desmadres en la protesta.
Carros hidrantes, numerosos agentes de la Gendarmería y la Policía Federal rodean el perímetro que contempla los accesos al Parlamento en lo que configura un megaoperativo, delimitado por vallas que separan a los manifestantes del Parlamento.