La Cámara de Diputados sigue sin reunirse para votar leyes desde hace casi tres meses, cuando entró en modo pausa por la campaña electoral, y todavía es incierta la fecha en la que el recinto podría volver a deliberar en medio de desacuerdos entre el oficialismo y la oposición respecto a la modalidad de las sesiones.

El 8 de julio pasado el entonces jefe de Gabinete Santiago Cafiero se presentaba ante la Cámara baja para brindar un informe sobre la marcha de la gestión, y el 23 de ese mes venció el protocolo de funcionamiento remoto. A nadie inquietó demasiado esa situación, que oficialmente paralizaba la actividad parlamentaria, ya que la energía de los distintos espacios políticos estaba puesta en la campaña electoral de cara a las PASO del 12 de septiembre.

Pasadas las elecciones primarias, el Gobierno nacional dispuso dar de baja muchas de las restricciones sanitarias vigentes hasta la fecha, y en la Cámara de Diputados se dispuso tomar decisiones en espejo y retomar la lógica de la presencialidad pre-pandémica.

El presidente del cuerpo, Sergio Massa, firmó el jueves pasado la resolución 672/21 que establece un Protocolo de Recinto Protegido, que propone la vuelta de la presencialidad pero no de forma plena, ya que garantiza la participación remota por VPN de los diputados que conforman grupos de riesgo sanitario, y que quedan exceptuados de concurrir al recinto.

La resolución también habilita a que las comisiones puedan seguir funcionando de forma remota, un aspecto que también discute el principal interbloque opositor. Según señalaron a NA fuentes parlamentarias de Juntos por el Cambio, "la resolución de Massa no tiene validez" ya que "no puede modificar el reglamento por resolución". "De todas maneras, está vigente el reglamento de siempre. Así que puede convocar a una sesión y se hace presencial sin ningún problema", agregaron.

Concretamente, Juntos por el Cambio propone retomar exactamente el funcionamiento que tenía Diputados antes de la pandemia cuando no existía ningún tipo de formato virtual, y aquellos diputados que no estaban sentados en sus bancas al comienzo de la sesión no aportaban al quórum y se registraban como ausentes.

En este punto, volvieron a instalarse las discusiones entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, en una suerte de "revival" de las diferencias del año pasado cuando se generó un "impasse" de varias semanas ya que el oficialismo se aferraba a un esquema de sesiones virtuales mientras que la oposición mayoritaria reclamaba la vuelta de la presencialidad.

La oposición considera que la resolución de Massa fue determinada "unilateralmente, excediendo las facultades que tiene la Presidencia de la Cámara de Diputados". "La resolución implica un cambio al Reglamento y esto exige no sólo la participación de los bloques en su redacción si no que tres cuartas partes de los presentes en una sesión voten afirmativamente", se quejaron los integrantes del bloque opositor.

Además, el interbloque que lidera el radical Mario Negri "no está de acuerdo en el trabajo remoto de las comisiones, salvo que sean reuniones informativas para lo cual ya estaba establecida esta opción en el Reglamento (no hace falta introducir nada)".