Hugo Moyano salió a hablar por primera vez luego de que la Confederación General del Trabajo (CGT) confirmara la movilización del 17 de agosto frente a la plaza de los Dos Congresos. Al respecto, el histórico dirigente sindical y ex titular de la central obrera confirmó la presencia del sindicato de Camioneros que preside, ratificó que “será en contra de los formadores de precios” y aseguró que implicará un “respaldo” de los trabajadores a la administración de Alberto Fernández.

"La CGT va a realizar una movilización el 17 de agosto en apoyo al gobierno, estoy convencido de eso", sostuvo Moyano padre en declaraciones radiales. Además, cargó contra los grupos de poder y aseguró que “muchos tratan de profundizar los problemas del país para debilitar al gobierno, pero hacen todo lo contrario porque la gente común –el laburante– se da cuenta de la situación de que se vive y del esfuerzo que está haciendo el gobierno”.

En ese sentido, el líder de Camioneros trató de apaciguar los ánimos ante la crisis socioeconómica que se vive en Argentina. “Perón decía que la tercera guerra mundial iba a ser la tradicional: económica. Hoy, con el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, se está dando una guerra económica en el mundo y, a pasar de todo eso, en Argentina hay una situación diferente. Nosotros hemos conseguido sueldos bastantes accesibles teniendo en cuenta la inflación que hay y la empresa no ha despedido gente”, justificó.

Diferencias entre padre- hijo e internas en la CGT 

Hugo Moyano también salió a expresarse luego de que su hijo Pablo –con quien hoy mantiene una distancia tras haberlo desplazado de la Federación de Camioneros– se haya ausentado en la cumbre donde la central obrera decidió la medida de fuerza "contra los formadores de precios". El heredero del clan Moyano y miembro del triunvirato de la CGT también tiene diferencias marcadas con sus pares cegetistas, que hicieron prevalecer una protesta más moderada (y tardía) que la que él pretendía a causa del vínculo político con Alberto Fernández, quien volvió a evitar un paro nacional en sus dos años y medio de gestión pese a la incertidumbre económica y social del país.

Los escoltas de Moyano hijo son Mario Manrique (de SMATA) y Omar Plaini (de Canillitas y senador bonaerense del fracturado oficialismo). Algunas fuentes, incluso, aseguran que el segundo de Camioneros baraja la idea de no asistir a la movilización del próximo 17 agosto (que coincidirá con el aniversario del deceso del General José de San Martín) y que este escenario podría desencadenar en un alejamiento de la central obrera en el horizonte. Parte de esa posible decisión radica en el inconformismo de Pablo por la pasividad del sindicalismo más tradicionalista ante el andar errático del gobierno del Frente de Todos (FdT). A esto se suma su cercanía con ciertos actores del kirchnerismo duro (y, por ende, detractores del presidente), como es Máximo Kirchner.

Moyano respaldó al Gobierno y confirmó la presencia de Camioneros en la marcha de la CGT
Otros tiempos. Hugo y Pablo Moyano trasladaron sus diferencias dentro de Camioneros al rumbo del Gobierno Nacional y la CGT. (Daniel Videz - NA)

En este caso, Moyano padre también optó por no confrontar y respaldó la decisión del sector burócrata del sindicalismo, representado por los dos líderes restantes del triunvirato de la CGT: Héctor Daer (de Sanidad) y Carlos Acuña (de Estaciones de servicio), del llamado bando de “los gordos”. El otro soporte es la facción de los "independientes", que integran pesos pesados como Andrés Rodríguez (de UPCN), José Luis Lingeri (de OSBA) y Gerardo Martínez (de UOCRA). Todos mantienen diálogo fluido con la Casa Rosada. Sin embargo, lo paradójico es que en las últimas semanas –menos Acuña– los miembros de la CGT en cuestión estuvieron reunidos con el mayor adversario de Alberto Fernández en el interior de la coalición gobernante: Cristina Kirchner.

El conflicto (del Frente) de Todos

Hace más de un mes, la actual vicepresidenta inició una serie de encuentros con grupos por fuera de su afinidad ideológica y armado político en medio de las especulaciones sobre una hipotética candidatura suya en 2023. Antes de convocar en dos encuentros a la “mesa chica” de la CGT, tras años de distancias por su cercanía con los gremios alternativos –como la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA)–, Cristina mantuvo reuniones con el economista liberal Carlos Melconian (una rareza para la militancia más puritana) y con la jefa del Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos, Laura Richardson, lo que generó revuelo entre propios y extraños.

En el mapa de la CGT, quien tiene línea directa con CFK es Sergio Palazzo (de la Asociación Bancaria), que además es diputado nacional por el Frente de Todos, cuyas últimas listas han carecido de peso sindical. En cuanto a Hugo Moyano, la relación no es la que tuvieron en su mejor época pero tampoco se encuentra en el peor de los momentos. Tras haber funcionado en tándem como socios políticos en la década de la hegemonía kirchnerista, ambos rompieron relación durante el último gobierno de Cristina como mandataria, instancia en la que el camionero comandaba la CGT. Con los años, la llegada de Mauricio Macri los volvió a acercar en pos de recuperar el poder. Desde ese momento, cuentan que algunas heridas sanaron y hoy existe un feedback que tiempo atrás parecía roto para siempre.