El presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller (Frente de Todos), reconoció hoy, al exponer en la sesión especial que se desarrolla en la Cámara de Diputados,que "no hay motivos para festejar" en relación al proyecto que ratifica el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque consideró que la alternativa de "un default sería mucho más grave".

Al introducir el debate, el miembro informante del oficialismo señaló que a partir del endeudamiento que Mauricio Macri contrajo en 2018, el Gobierno "recibió una auténtica bomba de tiempo" y que ahora "se trata de encontrar la mejor salida".

Si bien el diputado oficialista admitió que "no hay nada que festejar" por el hecho de tener al FMI en el país, y tras aclarar que no cree que ahora el organismo de crédito "se haya vuelto más bueno", sostuvo que el acuerdo es necesario porque "un default sería muchísimo más grave" para la economía argentina.

"Tenemos la convicción de que un default sería muchísimo más grave", aseguró Heller.

"Hemos dicho una y otra vez que no tenemos motivos para festejar, pero sí tenemos motivos para valorar que se esté logrando refinanciar los compromisos que contenían el anterior programa, concentrados en los años 2022 y 2023 sin poner en riesgo la recuperación de la economía, las políticas de crecimiento y desarrollo, evitando tener que caer en un acuerdo que contenga las tradicionales políticas de ajuste y reformas que caracterizan y han caracterizado la historia de todos los acuerdos que Argentina ha firmado con este organismo, que quitan derechos laborales, previsionales y que tanto daño le han hecho a nuestro país y los ciudadanos y ciudadanas", argumentó.

En ese sentido, el diputado oficialista destacó que con este acuerdo "no se respetan los típicos aspectos de la ortodoxia que han prevalecido a través de la historia" del FMI en la Argentina.

"Nosotros no somos los que creemos que el FMI se volvió más bueno al firmar este acuerdo, sino que la firmeza con la que ha sido llevada la negociación desde la parte de Argentina es lo que ha posibilitado que lleguemos a esto que estamos considerando”, continuó Heller.

Al referirse a los ejes fundamentales del acuerdo, comentó que "se van a recibir desembolsos para poder ir cancelando cada uno de los vencimientos" del programa stand by suscripto en 2018 por Mauricio Macri y "cada uno de esos desembolsos se comienza a pagar cuatro años y medio después de que ocurra en 12 cuotas equivalentes semestrales".

"El primero será en el segundo semestre de 2026 y el último a mediados de 2034", precisó.

Esta ingeniería de refinanciamiento, sostuvo, "hará posible la idea de que primero hay que crecer para después pagar". 

El legislador del Frente de Todos valoró que es la primera vez que un acuerdo con el FMI se discute en el Congreso nacional, y además destacó que a diferencia de otros entendimientos, en éste se hay una exigencia para aplicar una reforma previsional. 

A su vez, aclaró que los aumentos tarifarios a partir de la política de segmentación que se pondrá en marcha serán inferiores al coeficiente de variación salarial para el 90% de los usuarios.

Y llevó tranquilidad respecto de que no habrá tarifazos más allá de las variaciones del precio internacional del gas, petróleo y la energía eléctrica. 

"La disminución o el aumento de los subsidios tendrá que ver con la variación que tengan los costos y precios de los servicios y no las tarifas que van a pagar los usuarios", dijo Heller.

Según especificó, los objetivos del programa económico que está detrás del acuerdo con el FMI consisten en "mantener la recuperación social y económica en curso, reforzar la estabilidad y continuar abordando los desafíos para sostener un crecimiento a largo plazo".