El ex ministro de Justicia del gobierno de Cambiemos, Germán Garavano, presentó un escrito ante el juez Julián Ercolini en el que designó abogado defensor en la causa en la que está acusado por irregularidades en los pagos al arrepentido de la Causa Ciccone Alejandro Vandenbroele.

Una semana después de que la fiscal Paloma Ochoa pidiera su indagatoria (y la de Vandenbroele), Garavano se asumió como imputado y designó a Gustavo de Urquieta como su abogado defensor.

“Habiendo tomado conocimiento del trámite de la presente causa, sin perjuicio de la absoluta atipicidad de los sesgados hechos denunciados, me presento y pongo a disposición del juzgado”, anunció el ex ministro, en un escueto escrito.

Garavano aclaró que la designación de De Urquieta es “a los efectos de tomar contacto con el expediente y efectuar un descargo que refutará las falsas acusaciones” en su contra.

El 25 de febrero pasado, la fiscal Ochoa pidió la indagatoria de Garavano; de Vandenbroele, y del ex director del Programa Nacional de Protección a Testigos e Imputados Francisco Lagos.

Vandenbroele recibió unos 4,5 millones de pesos de ese programa durante dos años y tres meses, cuando el lapso máximo previsto por la ley es de seis meses.

Con esos fondos, Vandenbroele se mudó a Mendoza e instaló allí un emprendimiento hotelero.

“Bajo el pretexto de ser una medida especial de protección, se le brindó al nombrado asistencia económica por un periodo mayor a los seis meses previstos en la normativa,  pese a las causales de expulsión por manifiesto incumplimiento de las disposiciones previstas y destinándose importantes sumas de dinero sin la debida justificación. Todo ello en perjuicio de las arcas del Estado”, sostiene la acusación.