El periodista Gabriel Michi aseguró que tras 25 años de ocurrido el crimen a su amigo y compañero José Luis Cabezas, aún sigue "atravesado por lo que
pasó", y afirmó que en su criterio "fue un caso emblemático en todo sentido".

"Desde lo humano me atravesó en forma directa. La primera dimensión que uno le repercute es la humana, era mi amigo y la temporada tiene la particularidad de  compartir 24 horas. Mi vida hace 25 años sigue estando atravesada por lo que pasó José Luis", indicó Michi.

En diálogo con la agencia NA, Michi explicó que a su criterio el crimen de Cabezas fue emblemático "no solo desde lo social, de lo político, sino también desde lo jurídico, ya que tuvo todos los vericuetos habidos y por haber. Tuvo una condena ejemplar, hasta que llegó la vergüenza de Casación de la provincia de Buenos Aires".

Michi era el compañero y amigo de José Luis Cabezas y trabajaban juntos cubriendo la temporada de verano en aquél 1997, cuando al reportero gráfico lo secuestraron y mataron en las afueras de Pinamar.

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El periodista, actualmente en una señal televisiva de cable, indicó que "la dimensión humana de esta tragedia, tiene mucho impacto, en especial por el desgarro de la familia Cabezas en todo este tiempo, no solo de sus padres José y Norma, sino también de su hermana".

Incluso Michi puntualizó que siempre pensó en lo que podría ser la vida de los hijos de José Luis, e indicó que el 24 de noviembre pasado nació el primer nieto del fotógrafo, en España, hijo de Agustina, su hija mayor, cuatro días antes de que el reportero gráfico hubiera cumplido 60 años.

También en ese impacto humano, Michi mencionó la forma en que tocó a cada colega que cubrió el caso: "Todos dicen que hubo un antes y un después en sus vidas, por el compromiso y el nivel de demanda afectiva que implicaba".

Consultado sobre si las nuevas generaciones pueden entender el hecho ocurrido, Michi puntualizó que "fue el crimen de un periodista dentro de la democracia argentina, algo impensado".

"Las nuevas generaciones no tomaron dimensión de esto. Es difícil de explicarle a las nuevas generaciones que había una persona que era ultrapoderosa y que no se le conocía la cara y que José Luis le hizo una foto en medio de una playa. Claro, en este tiempo de redes sociales y de celulares con cámaras, eso no es posible. Eso hoy sería impensado", comentó. 

En cuanto a si podría haber un nuevo Alfredo Yabrán, el empresario telepostal que se suicidó cuando era acusado por ser el autor "mediato" del crimen, Michi descartó que eso pudiera suceder.

"¿Si puede haber un nuevo Yabrán? No creo, porque las características fueron especiales. por todo el aparato que había armado para que su cara no se conociera", explicó.

Sobre si después de tanto tiempo la frase "No se olviden de Cabezas" permanece firme, Michi sostuvo que "sí" y recordó que la misma fue escrita por los padres del fotógrafo en una carta a pocos días del hecho.

"Los papás en el sepelio, escriben una carta y en ese momento terminan con "No se olviden de nuestro hijo, no se olviden de José Luis Cabezas". Hoy el 'no se olviden...', está en el recuerdo de sus colegas, en la cantidad de notas que se hicieron para recordar ese hecho, en el que asesinaron a un periodista por el simple hecho de hacer su trabajo", concluyó.