Fernández envió un mensaje al núcleo duro y tensó aún más la relación con la oposición
El Presidente defendió el acuerdo con el FMI, teledirigiendo sus palabras a Máximo Kirchner, que faltó a la cita. Renovados chispazos con JxC tornan aún más incierta la convivencia parlamentaria.
Más allá de los anuncios, del repaso de su gestión y del esfuerzo por generar "esperanza" durante su discurso de una hora y 37 minutos de duración, eran en principio dos los focos de mayor expectativa originados a partir de la presencia del presidente Alberto Fernández en el Congreso nacional.
Por un lado, las negociaciones en torno del mentado acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las asperezas ocasionadas en el seno de la coalición de Gobierno con motivo el principio de entendimiento alcanzado con ese organismo y cuya letra chica aún se desconoce por cierto.
Y por el otro, un segundo aspecto cardinal de la coyuntura política nacional e internacional como lo es el conflicto bélico que se desarrolla en Ucrania a partir del ataque de Rusia a su vecino país: a propósito, se demoró largos días la Argentina en calificar formalmente lo que está sucediendo en esa nación europea como una "invasión".
En este sentido, Fernández comenzó su discurso refiriéndose a este asunto y si bien utilizó esa palabra ("invasión"), se abstuvo una vez más de condenar el accionar de Rusia, apenas minutos después de que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, lo desafiara públicamente a pronunciarse de manera enérgica y contundente sobre lo que ocurre en Ucrania.
Rodríguez Larreta se expresó en esos términos en la apertura de las sesiones ordinarias en la Legislatura de la Ciudad, antes de que llegara el turno de Fernández de inaugurar el año legislativo en el Parlamento nacional, acompañado por Cristina Fernández de Kirchner en la Cámara de Diputados.
En ese contexto, el jefe de Estado apenas sobrevoló el conflicto bélico en Ucrania y promediando su discurso se refirió a otro aspecto saliente, el acuerdo con el FMI, ocasión en la que además de enviarle un mensaje al núcleo duro kirchnerista en el Gobierno, en especial a Máximo Kirchner, se empeñó en tensar la cuerda de la relación con la oposición, sobre todo con Juntos por el Cambio (JxC).
Tras cuestionar al arco opositor por haber dejado a la coalición gobernante sin Presupuesto en 2022, Fernández instó a la Justicia -a la que volvió a criticar sin anestesia durante su discurso- a investigar responsabilidades en funcionarios de la gestión anterior con motivo el multimillonario préstamo en dólares solicitado oportunamente al FMI.
Fue entonces cuando en medio de un alboroto, legisladores del PRO -el partido liderado por Mauricio Macri- abandonaron el recinto, en un acontecimiento verdaderamente inusual producido cuando apenas promediaba la presentación del mandatario nacional en el Parlamento.
Así, Fernández lanzó una renovada embestida contra dirigentes del Gobierno anterior y la oposición en general en un contexto en el que probablemente el oficialismo necesite de la colaboración parlamentaria de JxC para aprobar el memorando de entendimiento con el Fondo cuando ingrese al proyecto.
El jefe de Estado, a su vez, envió un mensaje al núcleo duro kirchnerista, pero teledirigido sobre todo al otrora jefe de la bancada del Frente de Todos en la Cámara baja Máximo Kirchner, quien deliberadamente le dio la espalda a la presentación de Fernández en el Parlamento. La agrupación ultra-K La Cámpora tampoco participó en la marcha de respaldo de la que sí tomaron parte otras agrupaciones peronistas y que confluyó en la Plaza del Congreso.
El presidente subrayó en que el acuerdo con el Fondo "es el mejor" que podía suscribir la Argentina e insistió en que el trato con ese organismo, al que el país tiene que devolverle una friolera de 44.500 millones de dólares, no supone un "ajuste" ni reformas laborales ni del sistema de jubilaciones en estas latitudes.
De todos modos, la letra chica del memorando de entendimiento aún se encuentra bajo discusión: Fernández reconoció que las negociaciones con el organismo internacional aún no han terminado, por lo que apenas pudo brindar ligeros detalles de los puntos acordados al parecer. En tal sentido, anticipó que las tarifas de servicios públicos como la electricidad y el gas se ajustarían por debajo del índice (anual) de aumentos salariales.
Mucho más en concreto no se conoce al respecto, aunque se espera que el proyecto del acuerdo ingrese finalmente en los próximos días al Congreso, en momentos de incertidumbre creciente en torno de la suerte que correrá la iniciativa, no solo por las tensiones internas en el oficialismo sino por la postura que en definitiva adoptaría JxC tras los chispazos de este martes.
Finalmente, Fernández se refirió también a otro asunto que figura al tope de las preocupaciones de los argentinos en lo que respecta a la economía del día a día, como la inflación. Sostuvo que aminorar el aumento del costo de vida en la Argentina es uno de los principales "desafíos" de su gestión, aunque tampoco pudo brindar precisiones acerca del camino que el Gobierno planea recorrer para alcanzar ese objetivo.