Familiares de fallecidos y sobrevivientes de la Tragedia de Once reclamaron que se hagan efectivas las penas de los condenados por el hecho y subrayaron que "la corrupción mata, pero el dolor y el olvido también", ante lo cual se quejaron de las demoras por la sanción de una ley de reparación económica.

"Hace diez años este lugar se llenaba de gritos de auxilio, de sirenas, de gritos desesperados. Una tragedia previsible, anunciada", recordaron desde el hall de la terminal ferroviaria. En el documento final, leído por Paolo Menghini y María Luján Rey, padres de Lucas, los familiares indicaron que "fue el propio Estado quien desempeñó un rol central en los motivos del desastre".

"El Estado tiene nombres circunstanciales que lo encarnan, son los funcionarios de turno. En estos 10 años esperamos en vano su ayuda y amparo: nada de eso ocurrió. Todo, absolutamente todo lo que hemos logrado ha sido por nuestra lucha con tres únicas armas: unión, voluntad y verdad", remarcaron.

Tras advertir sobre los "diez años de olvido", las familias de las víctimas y los sobrevivientes expresaron que se sienten "abandonados desde el primer día por el Estado" y remarcaron: "Nuestros derechos humanos como víctimas fueron vulnerados de todas las maneras posibles".

"El Estado, que tuvo en sus filas a funcionarios ladrones, delincuentes condenados que generaron el desastre, nos negó y nos hizo a un costado: para ellos fuimos víctimas de segunda, tercera o cuarta clase y todo por no callarnos, no vendernos, no arrodillarnos", lanzaron.

En ese sentido, reclamaron que se avance en la sanción de una ley de reparación económica para los familiares de los fallecidos y los sobrevivientes de la tragedia ferroviaria. "Los poderes de la Nación nos deben un marco legal que nos ampare. Se han dado pasos, pero no alcanzan. Estamos cansados de mendigar la ayuda integral que el Estado nos debe. Con dos procesos casi cerrados, al día de hoy jamás logramos que las iniciativas de reparación integral para nuestro grupo pudieran avanzar", plantearon.

Y subrayaron: "La corrupción mata, pero el dolor y el olvido también. Pedimos que el Congreso de la Nación sancione la ley de reparación que nos merecemos. Ya es tiempo y ya sufrimos demasiado. No nos merecemos seguir esperando".

Al referirse a la cuestión judicial, los familiares expresaron que "los funcionarios corruptos que controlaban el transporte en 2012 crearon las condiciones para la masacre de Once y pudo ser otro tren, otro día y otras víctimas, pero los responsables hubiesen sido los mismos: (Ricardo) Jaime, (Juan Pablo) Schiavi, (Julio) De Vido, (Sergio) Cirigliano y todos sus socios, esa manga de corruptos, asesinos y delincuentes".

"Casi todos los condenados hoy están en sus domicilios", lamentaron, a la vez que reclamaron que se modifique la legislación para evitar que condenados por corrupción puedan reducir su pena en base a cursos o talleres realizados en prisión: "Todos los condenados se aprovecharon de ese error de la ley".

En un emotivo acto, el cierre del documento final quedó en voz de María Luján Rey, actualmente diputada nacional: "Estamos orgullosos de lo que somos, de nuestra lucha y nuestro grito a diez años y como el primer día nos sobra aire en los pulmones para gritar ¡justicia por las víctimas de la Tragedia de Once!".