Este domingo 17 de octubre coincide el Día de la Madre con el Día de la Lealtad Peronista. El presidente Alberto Fernández mandó a conmemorar, de algún modo, la histórica movilización popular. Pero lo que falta, a diferencia de hace 76 años, es el trabajo y los trabajadores.

Sospecho que la estrategia de dispersar la celebración en plazas responde sobre todo a una intuición. Como en las elecciones primarias, la estructura de movilización masiva, dependiente del clientelismo y la manipulación a través de beneficios sociales, está fallando. 

"No quiero más planes, quiero trabajo", me dice la gente. La mayoría son mamás con sus hijos en brazos. La máquina de imprimir y regalar plata está generando el efecto contrario al que busca el Gobierno.

A este paso el billete de mayor denominación de la Argentina -$1.000- apenas va a alcanzar para comprar un kilo de asado en noviembre, o poco más de cinco kilos de polenta.

La escalada de inseguridad se suma a la inflación galopante y vuelve a la situación desesperante y dolorosa. En 13 horas mataron a Gonzalo en Lanús, a Rodrigo en Caseros y a Lucas en Quilmes.

Un adolescente, un empresario y hasta un policía. Nadie está a salvo. 

Los cambios del Gabinete nacional también tuvieron el efecto contrario: más emisión, más inflación, más restricciones, más deuda, más inseguridad, más miedo. ¿Ya nos olvidamos por qué en 2015 la provincia de Buenos Aires le dijo "no" a Aníbal Fernández como gobernador?

Hoy como nuevo ministro de Seguridad malgasta tiempo y recursos en perseguir a quienes critican al Gobierno, en lugar de a los delincuentes y narcos.

Es que las heladeras de regalo solo nos hacen dar cuenta de lo triste que es no poder llenarlas. Y los viajes de egresados gratis, de que nuestros hijos perdieron dos años de educación y de que la mayoría no encuentra un futuro. Mi hijo se fue del país, ¿cómo vamos a festejar el Día de la Madre? ¿Con marihuana? 

Pero ya no van a poder engañar de nuevo a la gente gastando millones en la engañosa campaña del "Sí" de Alberto. Son promesas que se lleva el viento apenas entrás al supermercado o volvés a casa, con un mismo sentimiento: miedo.   

Los bonaerenses se dieron cuenta de que los planes nunca van a alcanzar, que el trabajo no va a llegar, que la inseguridad va a crecer, que la droga va a avanzar, porque los honestos quedaron tras las rejas de sus casas. 

Para tener resultados distintos hay que dejar de votar siempre a los mismos, porque son cómplices del problema. Los grandes partidos fallaron. Cada vez más gente quiere dejar de tropezar otra vez con las mismas piedras. 

Vamos a dar batalla por la gente honesta. Emprendimos una campaña con sinceridad, con esfuerzo y compromiso. Algunos nos dicen que cambiemos nuestras convicciones por más votos. Pero lo que nos diferencia es eso, que tenemos convicciones y que no las vamos a negociar. 

Los argentinos quieren honestidad, sinceridad. Ya basta de doble discurso y de eslóganes sin ideas. Uno termina confiando en quien te dice las cosas como son y tiene el coraje para enfrentarlas; no en el que te dice lo que querés escuchar. 

Vamos a mantener la dirección, intensificar el esfuerzo y seguir reuniendo sectores. Unimos el Conurbano y el campo con un mismo pedido: trabajo y producción. Unimos a evangélicos y católicos dando la batalla por los valores cristianos. 

Por nuestros hijos, para que vuelvan a construir sus sueños en el país; para que todos, sin excepciones, tengan una vida digna, desde la concepción hasta la muerte natural; donde no haya lugar para el narcotráfico ni la corrupción; donde vivamos nuestra fe y expresemos nuestras ideas con libertad.

En la Argentina comenzamos a ver una rebelión de la pobreza. La gente ya no quiere depender de una caja de comida o de un plan.

Cada vez se anima más a no votar al kirchnerismo porque se da cuenta que le miente en la cara, que le roba. Y que para recuperar la dignidad, tienen que votar candidatos con valores y con coraje. 

Este domingo, "celebrar la lealtad" es recuperar la dignidad y liberarse de la manipulación y la mentira del Gobierno. Por mi parte, es la única y la última vez que lo voy a pedir: quedate en casa. Sé fiel a tu familia y a tus valores. Por el futuro de tus hijos.

(*) - Cynthia Hotton es candidata a diputada nacional por la alianza +Valores en la provincia de Buenos Aires.