En medio de una entrevista con Radio Rivadavia, la diputada formoseña Gabriela Leme se quebró hasta las lágrimas de emoción por la noticia del fallo de la Corte Suprema que declaró inconstitucional la reelección indefinida en su provincia, lo que significó un golpe para el actual gobernador Gildo Insfrán, que no podrá volver a presentarse como candidato tras 30 años en el poder.

“Difícil, insostenible vivir pero feliz, lágrimas de alegría. Estoy dejando la vida, estoy dejando mi familia, me costó unas separación, me costó muy caro, pero no hay nada más satisfactorio que esto”, le dijo la legisladora de la oposición a Insfrán en un móvil con Cristina Pérez en “Cristina Sin Vueltas” por Radio Rivadavia. 

“Gracias porque ustedes entendieron que nos tenían que tirar un salvavidas y hoy la Nación salvó a Formosa. Y hoy Formosa empieza a sentir aroma a libertad. ¡Vamos Formosa libre carajo!”, arengó en el final de la comunicación.

Al finalizar el móvil, un asesor que la estaba filmando le preguntó qué había pasado y por qué se sentía tan emocionada.

Con lágrimas en los ojos, Neme contestó que con el fallo de la Corte, Formosa iniciaba el "camino de la libertad”.

“(El fallo) no lo inhabilita a Insfrán. Pero que el formoseño no pierda la esperanza. Sigue la causa donde sí pedimos la inhabilitación con nombre y apellido y ahí no hay reforma constitucional que pueda impedir su inhabilitación”, advirtió.

“Hay que seguir luchando. Esto nos da fuerzas. Las lágrimas son de emoción porque pasamos mucho los formoseños para llegar hasta acá. Hay gente que perdimos, que ya no está, que quiso levantar la voz. Hoy estarían felices. Deseaba esto con el alma. Es un primer paso. Falta mucho”, explicó.

En tanto, Neme le pidió al Congreso que “intervenga la Justicia de Formosa para garantizar lo que dice el fallo: el equilibrio democrática y la división de poderes” ya que “la falta de alternancia es algo que violenta la democracia”. 

“Insfrán y sus cómplices han violentado la democracia de Formosa. No pudieron con la dignidad. A algunos se la compraron pero la mayoría estamos de pie”, concluyó, tomándose el rostro con las manos para contener las lágrimas.