La resolución del juez federal Eduardo Furnari fue bien recibida hoy por el Gobierno nacional, donde consideran que la reacción de la administración porteña de Horacio Rodríguez, que decidió mantener las clases presenciales, podría incurrir en el delito de "desobediencia" por desconocer un fallo judicial.

El presidente Alberto Fernández rechazó ante sus principales colaboradores la reacción del jefe de Gobierno porteño ante el fallo que ordenó volver a suspender las clases presenciales hasta que la Corte Suprema de Justicia se expida sobre el amparo presentado por la Ciudad.

En la red social Twitter, Fernández replicó la publicación de un portal donde se afirmó que para el propio Presidente, "el jefe de Gobierno quedaría incurso en el delito penal de desobediencia desconociendo un fallo judicial", en caso de persistir en el rechazo al nuevo fallo judicial.

"Confiemos en que se respete la institucionalidad de la democracia", le expresó Fernández a sus allegados, según la publicación.

De esta manera, la crisis política desatada entre el Gobierno nacional y la Ciudad de Buenos Aires por la suspensión de las clases presenciales continúa escalando, mientras se aguarda que la Corte Suprema se pronuncie sobre el tema.

Previamente, la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, aseguró en declaraciones a la señal IP que "el Gobierno de la Ciudad perdió la moderación y la compostura y debe volver a recuperarla" al tiempo que sostuvo que Rodríguez Larreta "no puede hacerle caso a un juez y a otro no".

Tras conocer el fallo del juez Furnari, fuentes de la Casa Rosada afirmaron que la decisión "puso las cosas en su lugar al confirmar en su sentencia lo dicho por el Presidente".

"El fallo pone en manifiesto que los jueces de Ciudad nunca debieron introducirse en un tema del cual no eran competentes y que al hacerlo generaron confusión e incertidumbre en la sociedad", dispararon.