El secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, defendió hoy en la Cámara de Diputados el proyecto de ley de “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” y dijo que lo que está en juego es “casta o libertad”.

Repitiendo otro eslogan remanido de La Libertad Avanza, el funcionario del ministerio de Capital Humano anunció que “no hay plata” para la Cultura, y que “no es un lema” sino “la realidad”.

No hay plata. No es un lema; lamentablemente, es la realidad. Necesitamos una gestión eficiente de los recursos y una administración transparente”, indicó.

Cifelli, quien llegó a la función pública luego de haber sido durante años productor de espectáculos musicales y teatrales, participaba esta tarde de un plenario de comisiones para discutir la llamada “ley ómnibus” junto a sus pares de Educación, Carlos Torrendell, y de Infancia y Familia, Pablo de la Torre. 

Para el secretario de Cultura, la disyuntiva es “casta o libertad” y “la ley es una condición necesaria” para reformar “una estructura que no funciona y es deficitaria”.

En ese sentido, dijo que el objetivo de su gestión será  “reducir el aparato estatal y centralizar tareas y funciones”

Aseguró que va a defender “el plan cultural” del Gobierno, el cual abreva en los “verdaderos valores” que son, a su entender, la libertad, la transparencia, la eficiencia y el progreso.

“Al asumir nos encontramos con entes descentralizados enormes con más puestos de trabajo que funciones concretas, con organismos que tienen asignados los mismos objetivos, tareas y funciones; con gasto público, no con inversión”, leyó. 

En ese sentido, se comprometió a “reducir el aparato estatal, centralizar tareas y funciones y modificar la estructura para reasignar programas que van a depender de forma directa del presupuesto nacional y de la administración central”.

Sobre la propuesta para eliminar el Fondo Nacional de las Artes (FNA) y el Instituto Nacional del Teatro (INT), le dio una vuelta de tuerca al deslizar que se reconvertirían en “programas activos bajo la órbita de la Secretaría" de Cultura, por lo que dejarían de ser autárquicos y descentralizados.

El FNA se financia a partir de una tasa del dominio público pagante, la cual no sería derogada, ya que la ley ómnibus no lo prevé. Esa caja sería absorbida por la administración central de la Secretaría de Cultura.

Por otra parte, Cifelli sostuvo que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) "necesita modificaciones urgentes”, entre las cuales mencionó que el 50% del Fondo de Fomento del organismo deberá volcarse al financiamiento de los proyectos. 

Los argentinos deben tener mayor conocimiento de lo que se hace con sus recursos, por eso necesitamos mayor control”, indicó. 

En tanto, el funcionario defendió la derogación de la ley 25.542 prevista en la norma, que permitiría que los libros puedan comercializarse en grandes superficies, como los supermercados, y no solamente en librerías.

La diputada radical Danya Tavela criticó enérgicamente el plan cultural de Cifelli y lo calificó como “un retroceso absoluto".

"Hay que trabajar en un reordenamiento pero no creo que el equilibrio fiscal tenga que ver con dos mil millones de pesos que el Estado se ahorraría. La educación, el bienestar y la cultura forman parte del progreso y nos hacen grandes como sociedad argentina”, indicó.

Por su parte, la diputada del Frente de Izquierda Romina del Plá reclamó la creación del Instituto Nacional de Danza y señaló que “la existencia de esos institutos (descentralizados de la cultura) tiene una razón de ser, y es la defensa del arte independiente”.

El diputado socialista Esteban Paulón catalogó el plan cultural del Poder Ejecutivo como un “plan de demolición de la cultura”. 

A su turno, el macrista Hernán Lombardi defendió la necesidad de reestructurar la administración de los organismos culturales del Estado y señaló que “no puede ser que todo se vaya en gastos administrativos”. 

Tenemos que tener un acuerdo más maduro para que nuestro dinero no se vaya en burocracia”, dijo el ex titular de la Cultura porteña.