Milei quebró la veda y se refirió a los otros partidos: dijo que no dialogaría con ninguno
El candidato libertario, al acudir a votar, volvió al centro de la polémica. "Viva la libertad", gritó.
Avanza, Javier Milei, no dejó su perfil transgresor hasta en el lugar en el que que le tocó votar, donde al aludir al nombre de su espacio, gritó "¡Viva la Libertad!". Otra vez traspasando los límites de la veda también al referirse a los otros partidos.
Milei apuntó contra "la casta política" y anticipó que "no" dialogaría con el Gobierno ni con Juntos por el Cambio (JxC) de ser convocado luego de los comicios y vaticinó un cataclismo económico.
Fiel a su estilo, el economista salió de la sede de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), donde le tocó vota, gritando "¡Viva la Libertad!" y al ser consultado sobre sus expectativas, aclaró que es "bilardista": "En lo único que creo es en el resultado", advirtió.
En tanto, fue tajante ante la posibilidad de acudir a una mesa de diálogo con el Gobierno: "Yo no dialogo con inmorales", aseveró cuando se le planteó si aceptaría participar de una convocatoria como la anunciada por el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Respecto al desarrollo de la campaña, evaluó que su espacio hizo un "trabajo duro" y sostuvo: "Hemos dejado lo mejor de nosotros y ahora estamos esperando que la mayor cantidad de porteños nos acompañen para seguir adelante".
Consultado sobre el escenario político del país, Milei consideró que "la situación de la Argentina es extremadamente delicada. Tenemos que esperar que no nos sigan haciendo daño desde los distintos actores políticos para que los argentinos no tengan que padecer tantas aberraciones".
En tanto, cuando le plantearon si después de las elecciones habrá una devaluación, el economista dijo que eso "es una cuestión de mercado. Te llega a estar interviniendo el Banco Central y vos ves que no se mueve el dólar y se pierden reservas y es lo mismo. Es un foco equivocado".
Además, enfatizó que "los desequilibrios macroeconómicos son grandes y estamos en la antesala de algo que podría ser peor que el Rodrigazo".