El Procurador General de la Nación con cargo interino, Eduardo Casal, reveló que pensó en jubilarse tras los embates del kirchnerismo y contó que debió enfrentar 18 pedidos de juicio político. “Fue un clima de hostilidades donde los cuestionamientos sobre la funcionalidad se confundieron con aspectos de la vida privada. Fueron 18 pedidos de juicio político”, resumió.

Según Casal “querían su cargo” y denunció además que “no era un proyecto muy institucional” el que propuso el kirchnerismo cuando decidió, a través del Congreso de la Nación, dar por terminada el interinato del Procurador, quien asumió tras la renuncia de Alejandra Gils Carbó la cual se la vinculaba a la coalición oficialista. 

Casal brindó unas breves palabras en un encuentro entre socios del Rotary Club de Buenos Aires. “Hay dos maldades posibles en el proceso penal, cuando se persigue a un inocente o cuando se deja de perseguir a quien se sabe culpable”, inició su discurso. 

Además, explicó cuáles fueron los objetivos que se propuso en los primeros meses de mandato, al que calificó de “plan de contingencia”, pero luego, con el paso del tiempo, decidió emprender otros proyectos “al margen de las disputas políticas”.

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Casal, quien asumió en 2017 tras la renuncia de Gils Carbó acorralada por el macrismo, explicó lo que le tocó vivir luego de la pandemia y con el cambio de Gobierno, es decir, durante la presidencia de Alberto Fernández.

“Fue un clima de hostilidades, era hacia mi persona y les interesaba ocupar el cargo de otra manera. Eran manifestaciones públicas permanentes de esa facción política”, dijo sin mencionar al kirchnerismo o bien la coalición oficialista. 

El Procurador reconoció que pensó en “la jubilación” en ese momento aunque “el apoyo de fiscales y colaboradores” lo hizo cambiar de opinión y seguir en el cargo. 

“Mi mandato ha superado el de varios Procuradores titulares efectivos y en la órbita de algunos organismos he pasado a ser el decano. No quiere decir que me olvide el mandato original”, aseguró. 

Con la prudencia que lo caracteriza, el Procurador interino dijo que aún no han nombrado a su sucesor porque “ha faltado capacidad” del poder político. “A lo mejor fueron otras prioridades, pero deberían haberse logrado esos consensos” en el Congreso de la Nación.