El Presidente les respondió a los policías que protestaton en Olivos: "Esto no se resuelve escondidos en un patrullero tocando sirenas"
La protesta frente a la Quinta de Olivos comenzó por la mañana y persiste. El reclamo de los policías es difuso y amenazante.
La protesta salarial de la Policía Bonaerense, que lleva tres días y no muestra principio de solución, parece extenderse como una mancha de aceite por toda la provincia, y políticamente a nivel nacional. A tal punto, que hoy decenas de patrulleros con policías armados rodearon la Residencia Presidencial en reivindicación de sus reclamos.
La respuesta, de parte del propio presidente de la Nación, llegó rápido. En un acto realizado en Cervecería Quilmes, donde se anunció una inversión y la actualización del programa Ahora 12 y 18, Alberto Fernández apuntó que "esto no se resuelve escondidos en un patrullero tocando sirenas".
A la mañana, mientras rodeaban el perímetro de la quinta, los patrulleros hicieron sonar sus sirenas como muestra de la disconformidad por la falta de precisiones y detalles sobre la suba salarial que anunció el gobierno de Axel Kicillof. Además, mientras el ministro de Seguridad, Sergio Berni, no aparece como interlocutor.
Luego de dar vuelta a la Residencia de Olivos, los policías estacionaron sus vehículos a 45 grados sobre la Avenida Maipú. Como en las manifestaciones que se llevan adelante en toda la provincia, llevaron sus uniformes y banderas argentinas.
Temprano, una bomba molotov
Por otra parte, según confirmó la Comisaría 5ta de Vicente López, la Policía Federal detuvo esta mañana a un hombre que arrojó una bomba molotov contra una de las paredes de la Quinta Presidencial de Olivos, sobre la calle Malaver. El hecho no produjo daños ni heridos.
El detenido arrojó la bomba molotov sobre una de las paredes de la calle Malaver, al 1350, a pocos metros de la esquina de la avenida Maipú. Se trata de un hombre de 48 años, que vive en la localidad de Olivos, partido de Vicente López, a unas 15 cuadras de la residencia presidencial.
La investigación del hecho quedó en manos del Juzgado Federal número 2 de San Isidro, que conduce Sandra Arroyo Salgado. Tras conocerse el hecho, fuentes de Casa Rosada minimizaron la situación y señalaron a Noticias Argentinas que "sólo fue una botella contra un paredón".