El particular regalo de Luis Arce a Alberto Fernández: "Estamos seguros de que vienen días de más prosperidad y desarrollo"
El mandatario de Bolivia le obsequió al Presidente un colorido ekeko que simboliza "el Dios de la abundancia". Lo hizo en el marco de la Cumbre de jefes de Estado de la CELAC.
El presidente de Bolivia, Luis Alberto Arce, le hizo un particular obsequio al mandatario Alberto Fernández en el marco de la Cumbre de jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que se lleva adelante en el Hotel Sheraton, ubicado en el barrio porteño de Retiro. Según dejó ver a través de sus redes sociales, le trajo un peculiar muñeco que recibe el nombre de Ekeko, típico de la cultura boliviana.
"Orgullosos de nuestras culturas, obsequiamos al hermano presidente Alberto Fernández con mucho cariño y fe, un Ekeko que para las y los bolivianos significa Dios de la Abundancia", planteó el mandatario boliviano junto a una foto del regalo.
La figura simboliza al Dios de la abundancia y está representado por una estatuilla de un hombrecito sonriente, vestido con ropas típicas del altiplano, que dispone de un orificio apropiado en su boca para poder introducirle un tabaco encendido.
A su parte, agregó: "Invitamos a celebrar esta tradición para que se hagan realidad todos los sueños de nuestra #PatriaGrande".
En la misma línea, sostuvo: "Junto a nuestra comunidad boliviana en #Argentina, participamos de la tradicional feria de 'Alasitas'".
Arce, presente en el intercambio de la CELAC, se mostró agradecido por el cariño y el respeto por las costumbres autóctonas de su región, y auguró "días de más prosperidad y desarrollo" para ambas Naciones.
La colectividad boliviana festeja su ancestral evento en el Parque Indoamericano, ubicado en el barrio de Villa Soldati, al que asistió el mandatario en la previa del intercambio regional.
La tradicional feria cuenta con amuletos que podrán ser adquiridos en las famosas alasitas, miniaturas de toda clase de elementos típicos de la cultura que simbolizan los deseos más íntimos: dinero, casas, aviones y autos, que encomendarán al Ekeko, para su conversión en realidad en el futuro.