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Los principales edificios judiciales de la Capital Federal muestran esta mañana, en el contexto del paro nacional decretado por las centrales sindicales,  a jueces y funcionarios de alto rango trabajando pero con menos trabajadores y pasillos despoblados de litigantes.

El gremio que agrupa a los trabajadores judiciales no sólo se sumó a la medida de fuerza de hoy sino que viene realizando sus propios reclamos salariales que, a modo de ejemplo, el miércoles cumplió un paro sectorial con movilización.

Los edificios de Talcahuano 550 –donde funciona la Corte Suprema- y de Comodoro Py 2002, sede de los principales tribunales federales porteños, exhibían esta mañana una quietud mayor aún a la que invade esas sedes después de la pandemia.

Pero a diferencia de otras jornadas de actividad normal, el tránsito en los pasillos de los edificios es prácticamente nulo.

Los jueces, en su gran mayoría, están en sus despachos y varios de ellos autorizaron verbalmente a sus empleados a hacer home office ante la dificultad de movilizarse por el paro de transportes, que incluye trenes, colectivos y subtes.

También se observa una notoria merma vehicular en los estacionamientos –libres y pagos- en los alrededores de ambas sedes.

Ninguno de los organismos corporativos que representan a los jerárquicos judiciales se ha manifestado respecto del paro nacional.