El dirigente del Movimiento Evita Fernando "El Chino" Navarro evitó dar definiciones respecto al apoyo que dará la fuerza que dirige en la PASO de Unión por la Patria en la que competirán Sergio Massa y Agustín Rossi contra Juan Grabois y Paula Abal Medina. 

“Ninguna fórmula conforma a todo el kirchnerismo como tampoco ninguna fórmula conforma a toda la oposición", expresó al respecto en diálogo con Splendid - 990, y agregó: "Es difícil encontrar una que conforme a todos, por eso es bueno que haya una PASO en la que se pueda votar”.

A pesar de que sostuvo que mantiene respeto por el actual ministro de Economía y precandidato a presidente, Sergio Massa, ya que considera que "asumió en un momento de crisis y la fue gestionando", aclaró que "la fórmula de Juan Grabois y Abal Medina va a expresar a otro sector del frente con un componente más ideológico y una mirada más aguda".

"Va a ser un buen debate para poder sintetizar luego del 13 de agosto. Todos juntos vamos a tener que trabajar porque acá lo más importante es que no vuelva el macrismo", enfatizó Navarro.

El Movimiento Evita fue uno de los sectores más perjudicados en la repartija de las listas acordadas entre el presidente Alberto Fernández, la vice Cristina Kirchner y Massa dado que no consiguieron intercalar ni un solo dirigente social en la nomina a diputados nacionales.

LEÉ: Quién es Martín Llaryora, el delfín de Schiaretti que aventaja a Luis Juez en Córdoba

Por su parte, el dirigente social acusó a Juntos por el Cambio de querer "un país para 20 millones de argentinos" y postuló que el desafío de Unidos por la Patria es "construir un país para 47 millones". "Ahí está el desafío de Massa y Rossi de poder construir sobre esa mejor que vamos a tener sobre el año que viene para hacer una mejor redistribución para poder dividir mejor de abajo para arriba", presionó. 

Por último, se mostró a favor de una PASO para discutir ideas y sostuvo que la política está lejos de los problemas de la sociedad. "Nuestro pueblo está lejos de la política, no nos cree y quizás tenga razón porque en los últimos 40 años no hemos podido mejorar la vida de los argentinos, en algunos casos la han desmejorado. Tienen todo el derecho de exigir, interpelarnos y en todo caso no creernos", concluyó.