El homenaje a Evita expuso la fractura en la CGT y el alineamiento de Pablo Moyano con el kirchnerismo
El camionero se ausentó en el acto oficial de la central obrera que dirige junto a Héctor Daer y Carlos Acuña e hizo su propio acto con sectores afines a Cristina Kirchner.
El homenaje por el 70° aniversario de la muerte de Eva Perón dejó expuesta la cada vez más creciente división de la cúpula de la Confederación General de Trabajadores (CGT).
A la conmemoración que la central obrera le hizo a la histórica dirigente peronista, de la que participaron organizaciones sociales cercanas al presidente Alberto Fernández, hubo –como contrapartida– una ausencia de peso político: Pablo Moyano.
El heredero mayor del clan Moyano, uno de los cogobernantes del triunvirato cegetista junto a Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicios), optó por tomar distancia de sus pares y hacer una movilización propia en el centro porteño con sectores afines al kirchnerismo. Hacia el Ministerio de Desarrollo Social, donde yace la gigantografía de Evita, trasladó a su tropa de Camioneros por la llamada “marcha de las antorchas”, donde habló y mostró su poder de convocatoria en las calles.
La movilización tuvo una importante impronta ligada a Cristina Kircher. Entre los organizadores estuvo Hugo Yasky. El titular de la CTA y diputado nacional del Frente de Todos (FDT) es un aliado histórico de la vicepresidenta, quien siempre prefirió el perfil “alternativo” de su gremio antes que el sindicalismo peronista tradicional. Con él se mostró arriba del escenario a los abrazos Pablo Moyano, escoltado por Omar Plaini, secretario general del sindicato de Canillitas y también parte de la CGT.
El hijo mayor de Hugo Moyano, segundo de Camioneros, ha sido el “más inquieto” de los cogobaernantes de la CGT, cuya cúpula prefirió en el último tiempo evitar la confrontación en las calles a raíz su afinidad con el presidente. Él, en cambio, ha criticado cada vez que pudo a la gestión de Alberto Fernández y –en paralelo–trazó vínculos con sectores asociados al kirchnerismo duro a partir de su acercamiento a algunos representantes de La Cámpora, como es Máximo Kirchner.
Mientras marchaba por la 9 de julio con los suyos, en el acto oficial de la CGT desfilaban los líderes del Movimiento Evita, Emilio Pérsico (quien también es secretario de Economía Social del Gobierno) y Fernando "Chino" Navarro el líder del Movimiento Evita, y Daniel Menéndez, titular de Somos Barrios de Pie. Cercano al presidente, estos movimientos sociales habían sido duramente criticados por CFK en el pasado plenario de la CTA en Avellaneda, que contó con la presencia de Pablo Moyano.
Pese a codirigir la CGT hace casi un año, Moyano hijo casi no tiene fotos con Daer y Acuña. El también líder del Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona) maneja su propia agenda y, por otro lado, se encuentra distanciado de su padre, quien no participó de ninguno de los dos actos. Ayer no fue la primera vez que se “corta solo” y deja en veremos a la cúpula de la CGT. En la negociación interna donde la central obrera resolvió marchar el próximo 17 de agosto, también se ausentó.
Por lo bajo, algunos dicen que esa fue una respuesta a la pasividad del grupo de "los gordos" y "los independientes" del sindicalismo por promover las movilizaciones hasta ahora por su afinidad con A. Fernández y focalizar la protesta en los “formadores de precios”. En su homenaje a Evita, Pablo Moyano amplió las críticas y repartió palos contra la oposición, el campo, los multimedios de comunicación y la Corte. Ante este contexto, su destino parece cada vez más alejado de la central obrera y su rol apunta a ser activo para el rearmado electoral K en 2023.