El golpe en la mesa
No Alfredo querido, no somos todos iguales, ni somos todos corruptos, ni todos somos alcahuetes ni genuflexos.
Todo el mundo habla del golpe en la mesa de Majul que pegó Alfredo Casero y arranca el cuestionamiento que analiza a todo pero que no saca nada en limpio. ¿Majul estuvo mal? ¿Casero estuvo mal? ¿Estuvieron mal los dos? ¿Estuvieron bien los dos?
Yo le sugiero que pispee detrás del aparato de televisión el mensaje que flota entre la corrupta dirigencia oficialista y la oposición. “Son todos iguales”, dijo Casero, "periodistas, políticos, son todos unos Hdp" y repitió, “todos iguales que se cagan en la gente”.
Inmediatamente, recordé a Ishii mandando a escrachar al periodismo y a muchos más que salen corriendo desde el instituto Patria con la orden “destruyamos al periodismo disidente”, a esto sumémosle a Milei que cada vez que alguien le hace una pregunta que no le gusta comienza a ser atacados por su ejército de trolls. Pero que está pasando muchachos, ¿resulta que de su ineficacia, su falta de escrúpulos, su falta de preparación y en algunos casos su capacidad para cometer delitos contra el estado, son inventos del periodismo?
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Osea, que las cosas se pueden hacer pero no se pueden contar. Veámoslo de otra manera, imagínense veinte años de Cristina sin los periodistas que nos opusimos sistemáticamente a hacer la vista gorda ante las causas que hoy los tienen a todos por lo menos inquietos.
Qué hubiera sido de la Argentina si hubiésemos acompañado con alguna dádiva que se hubiese posado en nuestra mano estirada esperando la letra que salvaguarde a los corruptos. Qué hubiera sido si los periodistas a los que Ishii hace referencia nos hubiésemos callado la boca cuando Diana Conti recitaba por los canales “CRISTINA FOR EVER”.
No Alfredo querido, no somos todos iguales, ni somos todos corruptos, ni todos somos alcahuetes ni genuflexos, con las herramientas que tuvimos en las manos luchamos contra la censura, los escraches, los llamados a los dueños de los medios pidiendo nuestras cabezas y la humillación de un oficialismo trucho que nos colgaba el cartel de golpista por descubrir sus curros.
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Alfredo te admiro y te re banco como actor y como persona pero de no existir los periodistas honestos, no tendrías lugar donde golpear la mesa.
Estimado Alfredo, no somos todos iguales, somos un grupo de periodistas y medios que luchamos, solo por el sueldo a veces, para conservar la libertad de expresión, basamento ineludible de la democracia. Estimado Alfredo, en lo que a mi respecta hace 20 años pongo mi vida por el periodismo independiente y me lleno de orgullo.
Soy de los periodistas y comunicadores que no pedimos FLAN.