El Gobierno porteño reclamó a la Casa Rosada que avance en el proceso de incorporación a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) e invitó al organismo internacional a participar de la Cumbre de Alcaldes que realizará la Ciudad en octubre próximo.

El secretario general y de Relaciones Internacionales de la Ciudad, Fernando Straface, se reunió en la ciudad francesa de París con el director de Relaciones Institucionales de la OCDE, Andreas Schaal, y con el jefe para América Latina, José Antonio Ardavin.

En ese marco, el funcionario invitó formalmente al organismo a participar de la Cumbre de Alcaldes C40 que se realizará en la Ciudad de Buenos Aires entre el 19 y el 21 de octubre, en lo que será la chance del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de internacionalizar su figura como postulante presidencial para las elecciones de 2023. Cuarenta y seis de las 95 ciudades que integran C40 y que participarán en la cumbre pertenecen a países miembro de la OCDE.

Asimismo, el "canciller" de Rodríguez Larreta manifestó el compromiso de la Ciudad de Buenos Aires de "contribuir en el proceso de ingreso de la Argentina a la OCDE".

"El ingreso a la OCDE debería ser una política de Estado para nuestro país, porque le permitiría a la Argentina formar parte de un grupo de países comprometidos con la modernización institucional, la democracia y el crecimiento inclusivo", indicó Straface, a la vez que destacó el inicio de ese proceso como uno de los "grandes logros internacionales" del Gobierno de Mauricio Macri al frente de la Casa Rosada.

En 2016, el líder del PRO había formalizado el pedido de ingreso a la OCDE, una organización internacional cuya misión es diseñar políticas que favorezcan la prosperidad, la igualdad, las oportunidades y el bienestar para todas las personas, para lo cual la Argentina debía avanzar en una serie de reformas.

Recientemente, en enero pasado, el organismo envió una carta al presidente Alberto Fernández para iniciar el proceso de ingreso, algo que requiere adaptar la legislación, políticas y prácticas para que sigan las directrices de la OCDE. De todos modos, pese a la misiva, en el Gobierno no prevén en el corto plazo avances en ese sentido, debido a la crisis económica que enfrenta el país y la delicada situación financiera ante la deuda exterior.