El Gobierno expresó este lunes su "preocupación" por los hechos ocurridos en Afganistán y pidió que "se abra el diálogo para que la población pueda volver a vivir en paz", mientras monitorea la situación de cuatro argentinos en Kabul.

"La República Argentina sigue con preocupación el desarrollo de los acontecimientos en Afganistán y hace un llamado a todas las partes a que se abra el diálogo para que la población pueda volver a vivir en paz", sostuvo la Cancillería.

A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto señaló que la Argentina "llama a todos los actores políticos de Afganistán, en particular a aquellos que ejercen el poder, a respetar plenamente las obligaciones internacionales de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario y a restablecer de inmediato la seguridad y el orden civil".

"Mientras persisten circunstancias de transición deben promoverse la apertura de los pasos fronterizos de modo a permitir que aquellos que deseen partir de Afganistán puedan hacerlo y se de paso a la necesaria ayuda humanitaria", agregó el texto difundido por el Palacio San Martín.

En tanto, la cartera conducida por Felipe Solá se encontraba monitoreando la situación de cuatro argentinos que se encontraban en Kabul. Se trata de Gilberto Velázquez Franco, integrante de la ONU y que tiene prevista su salida el martes a Kazajistán; Melisa Rolls y Rodolfo Yamila, miembros de una ONG y quienes tienen pasaje comercial Estambul en ese mismo día; y Andrés Arevalo, un piloto que presta servicios para una ONG y quien partiría este mismo lunes en un avión privado rumbo a Uzbekistán.

Todos ellos se encontraban en contacto con la Embajada argentina en Pakistán, que es la que tiene jurisdicción sobre el convulsionado país que vio en las últimas horas el resurgimiento de los talibanes y la caída del Ashraf Ghani.