El Gobierno Nacional se defendió de las críticas que despertó el apuro por adjudicar la licitación que tiene como objetivo la modernización de los DNI y los Pasaportes. Licitación en la que fueron beneficiados Eduardo Eurnekian, dueño de la Corporación América, y Eduardo Lerner, propietario de Ipesa, una imprenta PyME que tiene como máximo hito haber editado durante muchos años la revista Pronto.

Por medio de un extenso descargo de más de 1300 palabras titulado Nuevo DNI, al que tuvo acceso este medio, el Gobierno hizo frente a todos los cuestionamientos. El descargo justifica la premura dado que “Argentina está atravesando un proceso de renovación de su DNI para adaptarlo a los estándares internacionales que recomienda la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), perteneciente a las Naciones Unidas”.

Y agrega que “el diseño del DNI actual no respeta las recomendaciones de la OACI”. Además asegura que “este nuevo DNI implicará un avance en el desarrollo de la Identidad digital y a las políticas de protección de datos personales”.

“El nuevo DNI electrónico contará con mayor robustez en materia de seguridad, duración del material y usabilidad”, arguye la primer parte del descargo que justifica la necesidad de “un nuevo DNI electrónico (con chip) de policarbonato para Argentina”.

Una promesa de esta administración

En una segunda parte, este descargo del Gobierno intenta justificar el apuro sobre la base de que esta es una promesa de esta administración, desde hace más de tres años. Un argumento que se viene escuchando sistemáticamente desde fuentes cercanas al Gobierno.

Al respecto se menciona que “el primer proyecto fue anunciado en la apertura de sesiones legislativas del congreso del 2021”. Y se insiste en que “el DNI argentino está atrasado respecto de la región, y mucho más respecto del mundo”. “La propuesta del nuevo DNI no es de último momento, en un proyecto en el que se está trabajando desde hace más de tres años” asegura el descargo.

Un proceso transparente

El tercer apartado de este descargo hace hincapié en la transparencia del proceso, otro de los puntos más cuestionados por los que sospechan que esta fue una licitación hecha a medida de Eurnekian y Lerner.

En el apartado se indica que el proceso inició en el año 2021 y contempló un pliego en consulta pública que fue publicado en abril de 2022. Y que dicha consulta pública “produjo numerosas consultas y aportes de diversos potenciales oferentes”.

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Exposición capciosa

En una parte del comunicado, donde se busca remarcar la transparencia del proceso, se indica que “han participado diversas empresas nacionales e internacionales, involucrando a algunos de los tecnólogos más importantes del mundo con alguna de las empresas más importantes de Argentina” quedando seleccionada “la mejor y más económica propuesta para el nuevo DNI, y la mejor y más económica propuesta para la tarjeta de policarbonato del pasaporte”.

Esta afirmación es discutible ya que la licitación en cuestión fue de alcance nacional, por lo que la participación de empresas internacionales estuvo vedada o al menos limitada a acompañar a los oferentes nacionales en materia tecnológica. Las maquinas que se utilizarán para la confección de los DNI y los pasaportes van provendrán de Alemania y China, pero ahí termina la participación internacional. Además de la lógica importación de insumos, pero todo comandado por empresas argentinas.

Los costos más bajos de la región, aunque sin números

El último apartado del comunicado justifica las adjudicaciones desde el punto económico, asegurando que “los costos finales serán inferiores a proyectos similares en la región”. Lo más extraño es que esta aseveración, quizá la más importante de todo el descargo, no está respaldada por ningún número. No hay ninguna parte del apartado que asegura “los costos más bajos de la región” que exponga números que justifiquen dicha aseveración.

Además se exalta la integración nacional y la participación de la industria local. Argumento que también es discutible teniendo en cuenta que las maquinas y los insumos son importados.

Algunos de los argumentos más importantes de este apartado son que “la producción será realizada íntegramente en Argentina” y que “el proceso contempló la normativa de Compre Argentino y Desarrollo de Proveedores”. Además “se pondrá en valor la fábrica argentina de documentos del Renaper con incorporación de tecnología, dando también lugar a la participación de empresas industriales nacionales”. Luego se mencionan muchas cosas que en realidad ya pasa con la documentación actual, como la participación de oficinas de distintas provincias y la participación del “40% de contenido nacional en su fabricación.