Por Emiliano Rodríguez (*)


Una serie de desafíos de corto plazo absorbe por estos días gran parte de las energías que destina el Gobierno para llevar adelante su gestión, en los albores de un año electoral que encuentra a la Argentina todavía lidiando con la pandemia de Covid-19.

En esa nómina lógicamente se destaca la necesidad de abastecer cuanto antes al país con vacunas contra el coronavirus, junto con otras misiones en las que se embarcó la administración liderada por Alberto Fernández y que demandarán su atención en las próximas jornadas, como las negociaciones que se llevan adelante para mitigar la inflación y por la deuda de YPF.

Con relación a la pandemia de Covid-19, el ministro de Salud, Ginés González García, prometió en una exposición ante diputados de la Nación que la Argentina recibirá 62,6 millones de vacunas para inmunizar a la población, aunque se abstuvo de aclarar en qué momento todas esas dosis estarán disponibles.

El país quedó atado a las dificultades que admitió días atrás Rusia para producir de manera masiva su fármaco Sputnik V y si bien la Casa Rosada pidió cinco millones de vacunas adicionales para marzo próximo, está por verse si la nación que gobierna Vladimir Putin podrá cumplir con esa demanda.

De cualquier manera, el Gobierno se adjudicó una cucarda en los últimos días cuando la revista médica británica The Lancet finalmente publicó una reseña sobre la Sputnik V y destacó su efectividad, lo que envalentonó al oficialismo para cargar contra la oposición por sus críticas contra esa vacuna.

Más allá de ese pequeño "momento de gloria" para la gestión que encabeza Fernández, las demoras en la campaña para inocular a la población contra el Covid-19 aún mantienen en vilo a distintos sectores de la sociedad, incluyendo a los docentes que deberían regresar a las aulas -para volver a dictar clases presenciales- a partir del próximo 17 de febrero (pronto).

En el corto plazo, desafíos vinculados con la inflación y con las negociaciones que se llevan adelante por la deuda de la petrolera YPF también requerirán -una vez más- la atención de la Casa Rosada: el dato oficial del IPC correspondiente a enero pasado se conocerá el próximo jueves.

Con respecto al aumento del costo de vida y al Índice de Precios al Consumidor (IPC), referentes del ala económica del Gobierno, incluyendo al ministro Martín Guzmán, comenzaron a resaltar en los últimos días la importancia de que "el salario real se empiece a recuperar".

Asimismo, sostuvieron que la inflación en la Argentina es un "problema macroeconómico" y destacaron la necesidad de rubricar acuerdos con el sector empresarial y con los gremios para evitar que continúe aumentando en forma sostenida: se espera que el IPC de enero arroje una suba de poco menos del 4%, de acuerdo con consultores privados.


La CGT apoya, aunque con reparos


En este marco, la CGT sostuvo que está dispuesta a "discutir cualquier política anti-inflacionaria", pero advirtió que esa iniciativa no debería apuntar a "anclar el salario como política económica", al tiempo que planteó que es momento de que los empresarios ganen "menos".

"La inflación devora los ingresos fijos", enfatizó uno de los líderes de la central obrera, Héctor Daer, que apoyó la decisión del Gobierno de avanzar en un acuerdo de precios, en tanto su colega Carlos Acuña acotó que las ganancias del sector empresarial disminuirán al comienzo, pero luego se incrementarán a medida que vaya aumentando el consumo.

Para resolver la inflación, hay que "poner la macroeconomía en orden", aseguró Guzmán, en tanto el plan del Gobierno prevé también incluir a los salarios en ese acuerdo: para este año, el Palacio de Hacienda proyecta una inflación del 29%, mientras que analistas económicos que participaron en una reciente encuesta del Banco Central estiman una suba del 50%.

"Es factible" que se cumpla con la meta inflacionaria, dijo el ministro de Economía, en tanto la Casa Rosada celebró que la paritaria clave de los empleados bancarios se haya cerrado en sintonía con las expectativas oficiales: un aumento de haberes del 29% en tramos para 2021.

Tras la firma del acuerdo, el presidente recibió al líder de ese gremio, Sergio Palazzo, en la Quinta de Olivos.

En medio de la pandemia de coronavirus, y mientras el país se aproxima a los dos millones de contagios y a las 50.000 muertes por Covid-19, la gestión de Fernández afrontará durante el año que comienza una serie de exigencias vinculadas con la economía que pondrán a prueba la "muñeca" del jefe de Estado y de su equipo para lidiar con ellas.

Ciertamente la Argentina necesita recuperarse tras sus largos meses de cuarentena de 2020 y combatir la inflación, pero anclar las perspectivas de mejora salarial a una meta de inflación que se ubica más de 20 puntos porcentuales por debajo de las proyecciones del mercado supone un intento de ajuste que podría generar conflictos en pleno año electoral.

Por último, otro asunto que el Gobierno seguirá de cerca en las próximas horas es la negociación por el pasivo de YPF: se espera que la petrolera divulgue el próximo lunes los resultados de su canje de deuda por unos US$ 6.200 millones y que en los últimos días sumó el rechazo de un grupo de bonistas encabezado por fondos que incluyen a los poderosos BlackRock y Fidelity.

Asimismo, analistas económicos deslizaron que un eventual traspié de YPF en las negociaciones podría echar un manto de duda en los mercados sobre la incipiente brisa de confianza que había propiciado el país con su acuerdo de agosto de 2020 con tenedores de bonos emitidos bajo ley extranjera, en momentos en los que la Argentina mantiene conversaciones clave con el FMI para reestructurar su deuda con ese organismo.

(*) - Director periodístico de la agencia Noticias Argentinas (NA); erodriguez@noticiasargentinas.com; TW: @efrodriguez012.