La inflación es de hecho uno de los desafíos más importantes que enfrentará el próximo gobierno. La falta de control sobre la inflación en los últimos años ha llevado a un aumento constante de los precios en la economía argentina. Es alarmante ver que desde la derogación de la Ley de Convertibilidad en 2002, los precios han aumentado en un 44,000%. Esto significa que se necesitan cerca de 44,000 pesos para comprar lo que se podía obtener con tan solo 100 pesos en aquel entonces.

En los últimos 20 años, la inflación promedio anual en Argentina ha sido del 32%. Cada presidente ha dejado su mandato con índices inflacionarios peores que su predecesor. Estos números demuestran claramente que la inflación no solo es un enorme problema que lleva décadas sino que además nadie ha tenido la pericia suficiente para poder resolverlo.

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Sin embargo, lo que es aún más preocupante es el presente. Las expectativas inflacionarias no parecen dar tregua y cada vez más personas creen que la inflación de tres dígitos será parte de nuestra realidad durante mucho tiempo.

El país está en una situación descontrolada en la que está imprimiendo dinero continuamente, lo que genera indefectiblemente que el peso valga cada vez menos. La base monetaria ha alcanzado una cifra exorbitante de 8 billones de pesos y los pasivos remunerados del Banco Central de la República Argentina superan los 21 billones de pesos. Esto muestra que la emisión monetaria está absolutamente fuera de control.

Además, muchos precios de la economía están regulados o intervenidos por el Estado, lo que agrava aún más la situación. Desde el tipo de cambio oficial (que tiene una brecha cercana al 150% en comparación con los tipos de cambio libres) hasta el precio del transporte, el combustible, las prepagas y las tarifas de servicios públicos, todos ellos están "atrasados" debido a las intervenciones del gobierno. Nadie sabe cuál será el verdadero impacto en los índices de inflación cuando estos precios se liberen.

Los enormes déficits fiscales producto de políticas populistas descontroladas han llevado a la destrucción de la moneda y han posicionado al país dentro del grupo de aquellos que ostentan las mayores inflaciones del mundo. Actualmente Argentina tiene más inflación en una semana de la que muchos países tienen en un año. Es crucial que el próximo Presidente tome medidas urgentes para poner fin a esta situación inflacionaria antes de que el país colapse convirtiendo este gran desorden en una gran hiperinflación, la que por momentos parece ser inevitable.