El camarista federal Pablo Bertuzzi, cuestionado por su designación por sorteo en ese cargo durante el gobierno de Mauricio Macri, se presentó a concursar para ocupar un cargo superior al que hoy sigue ejerciendo: integrante de la Cámara Federal de Casación, el máximo tribunal penal del país.

Bertuzzi es uno de los 44 postulantes que ya rindieron examen en el marco del concurso 475 que organiza el Consejo de la Magistratura para cubrir el cargo que dejó vacante Liliana Catucci, quien se jubiló el año pasado al llegar al límite etario de los 75 años.

Bertuzzi se presentó, al igual que los otros postulantes, en el salón de Subastas Judiciales del Poder Judicial de la Nación, en la calle Jean Jaures al 500, donde tuvo lugar la prueba de oposición.

LEE: No hubo acuerdo sobre la reforma de la ley de Alquileres en Diputados y se firmaron tres dictámenes

Muchos nombres conocidos aspiran al cargo que dejó libre Catucci, entre ellos los jueces de primera instancia Sebastián Ramos y Diego Amarante, la defensora oficial Pamela Bisserier, los jueces de Tribunal Oral Gabriela López Iñiguez, Fernando Machado Pelloni, José Antonio Michilini, Jorge Gorini, Nada Flores Vega; el fiscal Leonel Gómez Barbella, la jueza de Ejecución Penal Jimena Monsalve, la jueza federal del Chaco Zunilda Niremperger y el secretario de la Cámara Federal Nicolás Pacilio.

Los exámenes fueron tomados de manera presencial por los consejeros Juan Manuel Culotta y Agustina Díaz Cordero, una de las que se incorporó al Consejo como consecuencia del fallo de la Corte Suprema que declaró la inconstitucionalidad de la reforma de 2006.

LEE: Kicillof anunció aumentos en jubilaciones y pensiones y un bono de $10.000

De manera remota, intervinieron los consejeros Carlos Matterson, Pamela Tolosa y Jimena de la Torre, también incorporada recientemente pero cuestionada por una agrupación de abogados porque no suspendió su matrícula, tal como lo establece la ley.

También el jurado, integrado por María Belén Salido, Fernando Buján, Juan Vicente Sola y Laura María Giosa, se conectó de manera virtual, de modo que sus integrantes no estuvieron presentes controlando la realización de los exámenes.