Soberanía, ambiente y recursos naturales en el centro de la disputa por el Atlántico Sur
Este 2 de abril, podemos afirmar que nuestra democracia tiene una cuestión pendiente que nos duele y nos representa cada día: recuperar la soberanía de nuestras Islas Malvinas.
Este año el país celebra 40 años de democracia ininterrumpida, 40 años en los que se han sucedido muchos intercambios y se han demostrado diferencias en lo que se ha denominado "la grieta", pero si hay algo en lo que los argentinos y las argentinas estamos de acuerdo y hay consenso puro es en defender la democracia.
Pero este 2 de abril, podemos afirmar que nuestra democracia tiene una cuestión pendiente que nos duele y nos representa cada día: recuperar la soberanía de nuestras Islas Malvinas.
Desde hace varios años desde el Partido Verde sumamos una dimensión más al reclamo de la soberanía de nuestras Malvinas: el reclamo sobre la dimensión ambiental. Pasan los años y los británicos, que no solo se apropiaron de nuestras Islas, explotan y destruyen nuestros recursos naturales allí y en los mares circundantes.
¿Por qué sucede esto? En palabras de Klare, 2001; Forti, 2015, sabemos que "El panorama internacional actual muestra una tendencia creciente hacia una mayor demanda de recursos naturales estratégicos, especialmente los hidrocarburos, el agua, la biodiversidad, los alimentos y la tierra fértil".
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Nuestras Malvinas se encuentran rodeadas por cuatro cuencas marinas con potenciales recursos hidrocarburíferos de nivel comercial, que se exploran y explotan sin tener en cuenta la soberanía de Argentina y que generan contaminación, daño de la biodiversidad y derrames que inundan nuestros mares y nuestras costas.
Además, no tienen en cuenta que el mundo, los organismos internacionales y la ciencia piden que para el 2050 tengamos cero emisiones de gases de efecto invernadero, lo que significa que tenemos que tener una descarbonización total de las economías si queremos que la vida continúe tal cual la conocemos y que la realización de actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en el área en disputa, sin la correspondiente autorización del Gobierno argentino, constituyen actos unilaterales contrarios al derecho internacional.
Según datos oficiales de este país, las islas Malvinas tienen una economía basada en la generación de exportaciones, con la pesca como su principal recurso.
La Argentina sufre el daño de la pesca ilegal, no solo de los publicitados pesqueros chinos, sino principalmente de parte del Reino Unido en los mares usurpados. Esta actividad se realiza a instancias británicas sin ninguna clase de cuidado y destruyendo nuestra biodiversidad.
Es fundamental recuperar la soberanía, de nuestras Islas Malvinas y de nuestros mares, para efectivamente cuidar la biodiversidad marítima y generar un desarrollo sustentable y sostenible en las actividades económicas concernientes.
En aras de la preservación de los recursos naturales y la sostenibilidad del Planeta es imperioso que el Gobierno británico reanude las negociaciones por la soberanía de las Islas Malvinas, tal como lo exigen las resoluciones votadas por Naciones Unidas.
(*) - Fabiana Zanutti es la presidenta del Partido Verde de la provincia de Buenos Aires.