Diputados de todas las fuerzas hicieron causa común para desconocer la reelección de Maduro en Venezuela
La comisión de Relaciones Exteriores celebró una reunión fuera de agenda en la que se dictaminaron distintos proyectos de resolución en rechazo a las irregularidades de los comicios. Estuvo presente Unión por la Patria.
La comisión de Relaciones Exteriores y Culto reunió hoy en una convocatoria fuera de agenda a diputados nacionales de casi todas las fuerzas políticas, incluyendo al kirchnerismo, para unificar el reclamo al mandatario de ese país, Nicolás Maduro, en pos de que muestre las actas oficiales que lo dan supuestamente como vencedor reelecto, y coincidieron en desconocer el resultado por el que fue proclamado como presidente por un nuevo mandato.
Durante el encuentro se dictaminaron distintos proyectos de resolución en abierto repudio a las irregularidades en el proceso electoral del pasado domingo, que terminó con el Consejo Nacional Electoral venezolano adjudicándole al líder chavista la victoria con poco más del 51,2% frente al 44,2% de su principal rival, Edmundo González Urrutia.
Contrariamente a este resultado, las actas de fiscales de la oposición daban parciales de 70 a 30 a favor de González Urrutia, por lo que apenas se conoció el resultado del CNE se inició una movilización y una campaña de denuncia masiva en Venezuela y en amplios sectores de la comunidad internacional.
Al comienzo de la reunión, el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores, Fernando Iglesias (PRO) agradeció a los asistentes por acudir pese a la celeridad con que había sido convocada.
"Nos convoca Venezuela y nos convocan los derechos humanos”, prologó, y mencionó que en la mayoría de los proyectos se advertía sobre “las proscripciones a candidatos opositores, el rechazo de ingreso a los observadores internacionales, la prohibición del ingreso a periodistas argentinos, el ataque a la embajada argentina, la autoproclamación y la ausencia de actas con resultados oficiales”.
En específico, los proyectos rechazaron la conducta que tuvo del Gobierno bolivariano de prohibir el ingreso del periodista argentino Jorge Pizarro, así como de la diputada de La Libertad Avanza Emilia Orozco.
También hubo un explícito repudio contra el canciller venezolano Yvan Gil y Maduro por sus explosivas declaraciones contra el presidente Javier Milei, a quien éste último llamó “bicho cobarde”, “fascista”, “feo” y "estúpido".
“No me duras un round”, había rematado Maduro antes de confesarse "peronista" y "evista" cuando en el búnker del PSUV agradeció los cánticos de militantes kirchneristas que lo aclamaban.
Unión por la Patria no suscribió al dictamen firmado conjuntamente por el PRO, La Libertad Avanza y la Coalición Cívica, entre otras fuerzas, pero igualmente se hizo presente el ex canciller Santiago Cafiero para sentar la posición del bloque, con críticas a Maduro.
En ese documento, que el bloque que preside Germán Martínez había hecho publico un rato antes, los diputados de UP hacían responsable al presidente bolivariano de la transparencia del escrutinio y le exigieron que muestre las actas oficiales para poder dar fe de un resultado que a falta de evidencias claras desconocían (aunque tampoco hablaron de “fraude”).
Para diferenciarse, Cafiero recordó que "pese a quien le pese, (Mauricio) Macri y (Patricia) Bullrich avalaron un golpe de estado en Bolivia y a nosotros nos duele tanto que una muerte en Venezuela y una muerte en Bolivia”.
En el ocaso del debate, Iglesias le sugirió a la bancada K que al contenido del comunicado le dieran forma de proyecto de resolución.
Por el lado del PRO, el proyecto de resolución firmado por Sabrina Ajmechet, Patricia Vásquez y Damián Arabia resalta que “hubo fraude preelectoral”, y advirtieron que si Maduro jurase por un nuevo mandato “sería usurpación”.
El dictamen de LLA, PRO y CC que surgió a partir de la unificación de siete proyectos contiene el siguiente texto:
La HCDN resuelve expresar:
Su repudio al fraude electoral perpetrado por parte del gobierno de Nicolás Maduro, efectuado mediante la difusión de resultados carentes de todo respaldo documental y en abierto contraste con las evaluaciones previas y en boca de urna.
Su total rechazo a las sistemáticas violaciones de las reglas democráticas y del Acuerdo de Barbados sobre “promoción de derechos políticos y garantías electorales” durante el actual proceso electoral venezolano, que ha incluido proscripciones, persecuciones, encarcelamientos, torturas, rechazo de los observadores internacionales y denegación del derecho al voto de casi ocho millones de venezolanos en el exterior; a los que se han sumado el domingo 28 de julio todo tipo de irregularidades como la obstrucción a la acción de los fiscales de la oposición, el cierre de centros de votación con filas de ciudadanos esperando en las puertas, la negativa a entregar las actas de mesa, la demora en la transmisión de datos desde los centros de votación al Consejo Nacional Electoral y los patrullajes de colectivos paramilitares chavistas.
Su apoyo a la decisión del Poder Ejecutivo Nacional argentino de desconocer tales resultados y exigir que Nicolás Maduro reconozca la derrota del régimen, su respaldo a Edmundo González Urrutia, María Corina Machado y todos los dirigentes opositores.
Su solidaridad con el pueblo venezolano en su lucha contra el régimen que lleva más de dos décadas destruyendo la economía y las instituciones democráticas venezolanas, expulsando a millones de ciudadanos de su tierra y oprimiendo ferozmente a los que no se van.
Su exigencia y esperanza de que ningún gobierno reconozca la continuidad del gobierno de Nicolás Maduro hasta que se realice un conteo voto por voto con supervisión de la oposición venezolana y la comunidad internacional.
Su preocupación por la escalada represiva de estas últimas horas; que ha incluido patrullajes de amedrentamiento, agresiones de colectivos paramilitares que causaron varias muertes, la acusación de “terrorismo” a dirigentes opositores, el secuestro violento del ex diputado Freddy Superlano, la expulsión de delegaciones diplomáticas, el asedio a la Embajada argentina en la que hace meses están refugiados seis dirigentes opositores, entre incontables episodios de violencia.