Diego Castagnaro, el “Borocotó” de Escobar que vota todo lo que pide Sujarchuk y juega en la interna radical
Le garantiza al intendente de Escobar la “escribanía” del voto 16, que tiene así dos tercios del Concejo Deliberante. Se fue del radicalismo en 2019, pero ahora participa en su interna.
Por esas ambigüedades típicas de la política de hoy, Diego Castagnaro juega a nivel municipal -Escobar- con el intendente del peronismo, Ariel Sujarchuk; participa en la interna radical bonaerense con la línea ligada al PRO; en tanto que brinda al oficialismo local el “voto 16” y desde entonces su fábrica no sufrió clausuras ni problemas. “Vota todo lo que quiere Sujarchuk, incluyendo un aumento impositivo que en algunos casos supera el 100% este año”, apunta un radical de Escobar. “Es un ejemplo típico de cómo política y negocios se mezclan en una sola familia o persona, algo que el PRO consideraba virtuoso y demostró no serlo”, apunta un peronista.
Lo de familia es porque Diego juega en la política de Escobar junto a su hermano, Mariano, aunque el primero de ellos es concejal y el segundo está más abocado a la conducción de “El Noble”, la fábrica de empanadas ubicada en Garín (justamente Escobar) que expande sus ventas con el sistema de franquicias. Diego, que llegó a concejal por la lista de la Cambiemos Escobar (antes de llamarse Juntos por el Cambio), saltó a fines de 2019 -tras la elección presidencial- a un bloque propio, autodenominado Acción Comunal. Por esas casualidades o causalidades del destino, desde que armó su monobloque, la fábrica de “El Noble” no sufrió más clausuras ni inspecciones frecuentes de parte del municipio que conduce Ariel Sujarchuk.
En cierto punto, el intendente de Escobar se parece a Castagnaro, tanto política como económicamente. Se inició en la política con los jóvenes del “Grupo Sushi” de Antonio De la Rúa; creció como vocero de la Universidad de Buenos Aires (UBA) junto al rector peronista Alberto Barbieri, incluyendo una gestión clave de emisario y mensajero para que Rubén Hallú bajara su candidatura; y encontró su camino en el peronismo junto a Alicia Kirchner en el Ministerio de Desarrollo Social. Además de ser intendente de Escobar desde 2015, y haber perjurado que no buscaría una segunda reelección (la cual intentaría en 2023), Sujarchuk es un empresario exitoso, a tal punto que es el intendente con mayor fortuna declarada, sin contar sus numerosos viajes a Miami, donde lo vieron muy interesado en el mercado inmobiliario.
Radicales PRO, con Salvador y Vidal
Castagnaro, aunque solitario en su bloque legislativo, se anotó para la interna radical de Escobar con lista propia, pensando en la elección provincial que enfrenta al intendente de San Isidro, Gustavo Posse, con el presidente del bloque de diputados provinciales de Juntos por el Cambio, Maximiliano Abad. Posse intenta despegar -aunque recién ahora- el destino de la UCR del PRO, sin romper del todo Juntos por el Cambio. En tanto que Abad está en la línea de radicales-PRO.
De hecho, para la interna provincial del 21 de marzo, cuenta con el apoyo de Daniel Salvador, ex vicegobernador de María Eugenia Vidal, además de la propia ex gobernadora de la provincia. Abad es cuestionado por los radicales que no quieren ver al partido como inevitable “vagón de cola” del PRO. Sin dudas, esa es la discusión de fondo en la interna radical que se viene.
Dentro de Escobar, Castagnaro intentará ganarle la interna a los Costa, con la particularidad que Roberto no está participando activamente de la política del municipio, mientras que su hijo Leandro sí lo hace. Este último está más dentro de Juntos por el Cambio que su padre. Es decir, en la línea que apoya Castagnaro en la provincia.
Parece una comedia de enredos, o lo es, donde un mismo político puede tener un posicionamiento a nivel municipal y otro en la provincia. La interna radical del 21 de marzo permitirá ver hasta dónde llega el experimento Castagnaro en Escobar.