La presidenta del bloque Unidad Ciudadana en el Senado, Juliana Di Tullio, embistió hoy duramente contra la Corte Suprema, a la que calificó de "mafia" y sostuvo que "es peor que la menemista".

En declaraciones radiales, recordó que "durante seis meses (Horacio) Rosatti y (Carlos) Rosenkrantz aceptaron ser jueces por decreto, por el dedito de (Mauricio) Macri y por idea de (Fabián) ‘Pepín’ Rodríguez Simón, fugado hace ya dos años en una playa muy linda de nuestros vecinos uruguayos".

Así se expresó la legisladora kirchnerista luego de que el presidente del máximo tribunal, Horacio Rosatti, rechazara el pedido de audiencia que le habían hecho llegar senadores y diputados oficialistas, preocupados por la parálisis del Consejo de la Magistratura, tras el fallo que le negó la jura al rionegrino del Frente de Todos Martín Doñate.

Luego de recordar que las designaciones de Rosatti y Rosenkrantz habían tenido aval de la Cámara alta, Di Tullio señaló que quien presidía la bancada del Frente para la Victoria era Miguel Pichetto, quien pocó después se pasó de bando y fue candidato a vicepresidente de Mauricio Macri en 2019.

Para la bonaerense, "no hay destino posible para la Argentina sin un Poder Judicial que piense en los argentinos y en sus intereses".

En este sentido, afirmó que los jueces de la Corte "son empleados del poder económico" y "se llevan puesta la voluntad popular porque no aceptan las decisiones del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo”, a quienes "los vota la gente".

Sobre el funcionamiento de la Justicia, dijo que "es muy importante que la sociedad tome conciencia" de "esta mafia judicial".

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"Es un poder del Estado que trabaja para empresas privadas y no trabaja para el pueblo argentino. Lesionan seriamente la democracia argentina y todas sus instituciones", disparó.

En tanto, Di Tullio lamentó que haya sectores que "están contentos porque condenaron a la jefa del peronismo", en alusión a Cristina Kirchner, y en este marco consideró que el Frente de Todos "no puede ser mascota del poder".

"Este tiene que ser un espacio revolucionario y no perder su esencia. Tiene que ser una máquina transformadora que mejore la vida del pueblo", cerró.