Un abogado denunció penalmente al empresario del rubro frigorífico Alberto Samid por presunta violación a la ley contra la discriminación a raíz de un tuit sobre la comercialización de carne a Israel. Jorge Monastersky advirtió que Samid pudo haber incurrido en actos que signifiquen la “penalización de actos discriminatorios en relación al racismo y género”.

“Textualmente el denunciado aquí, Alberto Samid, dijo en un tuit: “Lo mejor que nos puede pasar es que los judíos no nos compren más carne. Que esta ‘amenaza’ la realicen. El mundo no les quiere vender nada”. Y añadió: “Son un desastre como clientes. Se los garantizo yo, Alberto Samid, El Rey de la Carne”.

Monastersky radicó la denuncia ante la fiscalía penal  y contravencional porteña especializada en temas de discriminación, argumentando que “el objeto directo de tutela del derecho penal antidiscrimnatorio resulta ser la dignidad humana”.

“El racismo significa atribuir con falsedad características heredadas de personalidad o de conducta a los individuos de una apariencia física particular. Entonces, un racista resulta ser aquella persona que cree que puede dar una explicación biológica a presuntas particularidades de superioridad o inferioridad poseídas por personas de un linaje físico dado”, describió.

Las normas que protegen  a la sociedad de las conductas discriminatorias se despliegan –explica la presentación- mediante “figuras cuyo objeto no es tanto evitar de manera inmediata las situaciones de grave discriminación racial sino impedir que se erija un centro del cual pueden acarrear consecuencias individuales y colectivas”.

“Es clara la posición del legislador que ha pretendido obstaculizar la generalización de hechos o expresiones que puedan crear una situación de malestar generalizado y hostil”, subrayó el texto.

El denunciante pidió que “se cite a prestar declaración indagatoria oportunamente” a Samid, quien está actualmente cumpliendo prisión domiciliaria. Monastersky advirtió que una de las reglas que debe cumplir una persona beneficiada con la prisión domiciliaria es no cometer nuevos delitos, de modo que especuló con la posibilidad de que le sea revocada esa concesión  a raíz de sus expresiones.