Este domingo terminó una larga campaña electoral y estoy orgulloso de lo que hicimos con el Frente de Izquierda Unidad donde nos reafirmamos como la tercera fuerza nacional y conquistamos una bancada de cuatro diputados en el Congreso que estará al servicio de defender a la clase trabajadora, las mujeres y la juventud. Con mi compañera Myriam Bregman por la Ciudad de Buenos Aires, Alejandro Vilca con una elección histórica en Jujuy del 25% que lo transforma en el primer diputado nacional obrero y coya por esa provincia, y con Romina del Plá, compañera docente que junto conmigo ingresa por la provincia de Buenos Aires.

Sabemos que vivimos momentos difíciles, la elección estuvo atravesada por una situación económica y social muy crítica para las mayorías trabajadoras que expresaron su descontento social en las urnas. Es un factor central para entender la caída en los votos del Frente de Todos a nivel nacional y en la provincia de Buenos Aires. Desde el 2015 con Mauricio Macri los salarios vienen perdiendo 20% y la inflación del último año ya supera el 50%. Recorriendo la provincia de Buenos Aires y apoyando cada reclamo del pueblo trabajador, en todos estos meses me encontré con una gran decepción con el gobierno en los barrios olvidados. Muchos se decidieron a apostar por el Frente de Izquierda Unidad. Eran extendidas las historias de vecinos y vecinas, jóvenes, jubilados que están cansados de que el ajuste siempre recaiga en ellos y ellas. Quienes votaron por Alberto Fernández lo hicieron con la expectativa de recuperar lo perdido con Macri, sin embargo no se revirtió y estamos con niveles de pobreza e indigencia preocupantes. El empleo precario y el acceso a la vivienda son problemas estructurales de millones y hay hartazgo con las promesas incumplidas de los sucesivos gobiernos.

LEER MÁS: Acusan a la oposición de querer "abrazar el poder más que representar al pueblo"

Del lado de la oposición de Juntos por el Cambio, a pesar de ganar en la mayoría de las provincias, no tuvo un crecimiento de apoyos con respecto a otras elecciones. Todavía está fresco en la memoria el desastre de Macri, y canalizaron más un voto de oposición al gobierno que una defensa de la orientación que proponen. Más allá de los discursos que tuvieron en campaña, la extrema derecha liberal y Juntos, coinciden en querer imponer una agenda de mayor ataque a la clase trabajadora como eliminar las indemnizaciones o hacer reformas laborales que le quiten más derechos. Son voceros de los grandes dueños del país que se vienen enriqueciendo a costa de las mayorías. Estos son los debates que van a venir si se avanza con la propuesta del Frente de Todos de ir a un acuerdo nacional para renegociar la deuda con el FMI. Ya conocemos las recetas de ajuste de un organismo internacional que ha saqueado y hundido en más pobreza a los pueblos de América Latina y otros países. Nosotros lo dijimos muy claro en la campaña electoral y es nuestro compromiso: el Frente de Izquierda Unidad no va a convalidar la estafa de la deuda que se fue a la fuga y la especulación. Quienes nos apoyan saben que defendemos los intereses de las y los trabajadores y enfrentamos todas las medidas de ajuste. Con Macri y con Alberto Fernández.

La gran elección del Frente de Izquierda Unidad con casi 1.300.000 votos en todo el país es un punto de apoyo para lo que viene: la pelea por otra salida a la crisis a favor del pueblo trabajador. Las propuestas que planteamos como la reducción de la jornada laboral a 6 horas sin reducir el salario y para repartir las horas de trabajo entre ocupados y desocupados creando empleo genuino, ganaron enorme simpatía. Es la única medida de avanzada frente a tantas promesas y slogans vacíos de la política tradicional en la campaña. La bancada de cuatro diputados y diputadas de izquierda  en el Congreso nacional, los dos legisladores porteños, los dos diputados bonaerenses por la tercera sección, y los concejales de la provincia que conquistamos en varios distritos populares, estarán al servicio de dar estas peleas. En el congreso y en las calles. Desde ahora necesitamos poner en movimiento la fuerza de la clase trabajadora, convocando a las organizaciones sindicales, barriales y populares que se oponen al ajuste para impulsar la organización y la unidad del pueblo trabajador para enfrentarlo. Confiamos en la lucha y organización desde abajo, porque el único futuro posible no es el que quiere imponer el FMI. Hay otra salida y desde el Frente de Izquierda apostamos a construir esa alternativa.

(*) - Diputado nacional reelecto en la provincia de Buenos Aires por el Frente de Izquierda Unidad.