El presidente Alberto Fernández participó de la Cumbre de Finanzas en Común convocada por el G20. En un mensaje grabado, y de cara a los principales líderes, el mandatario llamó a “construir un nuevo multilateralismo orientado al desarrollo de los países más vulnerables”, con el objetivo de extender los plazos de pago de la deuda y rebajar las tasas de intereses sujetas a la realidad marcada por la pandemia. 

A su turno, el presidente hizo mención a la “la triple crisis” generada por la pandemia, el cambio climático y la deuda que "azota a los países de renta media como la Argentina", y propuso “repensar una nueva arquitectura financiera internacional que brinde una respuesta multidimensional a estos problemas tan íntimamente relacionados”.

“Esta urgencia de reordenamiento de la arquitectura financiera internacional supone también revisar los mecanismos negativos que propician paraísos fiscales, fuga de divisas y ámbitos de opacidad que cobijan actividades ilícitas de narcotráfico, terrorismo y criminalidad organizada”, manifestó.

Por su parte, el mandatario advirtió que “el riesgo generalizado de una debacle de deudas externas en los países en desarrollo”, y destacó la centralidad de “impulsar un acuerdo multilateral inclusivo y sostenible”, capaz de abordar las cuestiones referidas a la “reestructuración de las deudas soberanas de los países de renta media, cuya falta supone un verdadero vacío dentro de la gobernanza financiera internacional”.

El mandatario propuso que los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional deben orientarse a “nutrir un gran pacto de solidaridad global" entre los países con alta vulnerabilidad climática, socio productiva y financiera, que apunten a “extender los plazos para atender los pagos de los endeudamientos y la aplicación de menores tasas bajo circunstancias de stress social, sanitario, financiero y ecológico”.

En el mensaje, el presidente destacó la prórroga de la iniciativa de suspensión de Servicios de Deuda producida por el G 20, pero aseguró que se trata de una una medida provisoria que no es suficiente. "No ataca, de forma definitiva la impostergable necesidad de alivio y reestructuración de deudas insostenibles. Necesitamos en particular un marco multilateral para la reestructuración de la deuda de los países de renta media, cuya falta supone un verdadero vacío dentro de la gobernanza financiera internacional”, afirmó.

Luego, pidió pensar en "una capitalización y una acción decidida por parte de los Bancos Multilaterales de Desarrollo", con el objetivo de reconstruir y conformar Fondos de Resiliencia y Sustentabilidad que permitan afrontar el "triple desafío" que supone "fortalecer capacidades de respuesta sanitarias, implementar la transición ecológica y fortalecer las redes socioproductivas integradas".

Con perspectivas a la Cumbre de Líderes del G20 que se llevará a cabo a fin de mes en Roma, Fernández pidió “profundizar el debate" acerca del nuevo Impuesto Mínimo Global para que "favorezca puntualmente a las economías emergentes y contribuya a una acción de desconcentración de riqueza”. 

La cumbre fue convocada por el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y por el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Draghi, con el objetivo de repensar la arquitectura y liquidez de la deuda internacional y el financiamiento para el desarrollo en el contexto de la era post COVID-19. 

También participaron del evento que mantuvo un formato híbrido (virtual y presencial), el presidente de Francia, Emmanuel Macron; la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva; el presidente del Banco Mundial, David Malpass; el director general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala; el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann; y los titulares del Banco Interamericano de Desarrollo, Mauricio Claver-Carone; y del Banco de Desarrollo de América latina (CAF), Sergio Díaz-Granados, entre otros Jefes de Estado y de Gobierno, autoridades de organismos y de bancos internacionales.