Juntos por el Cambio se aseguró de cara a la campaña electoral el respaldo de un sector sindical distanciado de la conducción de la CGT e integrado por Gastronómicos porteños y el grupo de gremios chicos de la flamante CTE (Confederación de Trabajadores y Empleadores).

El Peronismo Republicano que impulsa el ex senador Miguel Ángel Pichetto y que competirá dentro del paraguas de Juntos por el Cambio es el puente por el cual estos sindicatos se acercaron al frente opositor.

Así quedó expresado la semana pasada en el acto de lanzamiento de la Mesa Nacional del Peronismo Republicano, en el que el secretario general del sindicato de Gastronómicos porteños, Dante Camaño, puso su sede para la ceremonia y sobre el escenario estuvo Marcelo Peretta, titular del sindicato de Farmaceúticos y Bioquímicos y principal referente de la nueva CTE.

Dante Camaño tiene un perfil fuertemente opositor al kirchnerismo y al actual gobierno, potenciado luego de las restricciones por la pandemia que adoptó la administración de Alberto Fernández y que impactó en el sector gastronómico.

El dirigente además siempre tuvo juego propio, sin alinearse a la CGT azul y Blanca que comanda su cuñado, Luis Barrionuevo, jefe de gastronómicos a nivel nacional.

Por su parte, Peretta lanzó hace pocos meses la CTE que agrupa a gremios chicos y pequeñas empresas, se define como "peronista liberal", es crítico del Gobierno y mantiene una estrecha relación con Pichetto.

Con ironía, el farmacéutico define a su grupo de gremios como los "flacos" en contraposición a los "gordos" de la CGT y en referencia a que esas organizaciones son de pocos afiliados a diferencia de las de los históricos popes cegetistas.

"Los flacos somos un grupo de sindicatos de 50 mil afiliados hacia abajo, con pocos afiliados comparados con Comercio, UATRE o Sanidad. La diferencia con los gordos es que promueven el unicato que no da libertad sindical. Nosotros queremos que haya más de un gremio por actividad y además las empresas para nosotros no son rivales", describió Peretta a su sector en declaraciones a NA.

Y agregó: "No sirve tener un sindicato fuerte con empresas cerradas. Nosotros negociamos con las empresas y en la mesa llegamos siempre a un justo medio, siempre protegiendo el empleo, porque si tiramos mucho de la soga, una irresposabilidad que se ve en muchos dirigentes, la empresa cierra y el sindicato se queda sin afiliados".

"Nos consideramos dirigentes sindicales menos poderosos pero acordes a las necesidades que hoy tiene el país, a la necesidad de que el empleador contrate. Esas diferencias son las que tenemos con el resto de la CGT y por eso nos sentimos identificados con Pichetto y también con (la titular del PRO) Patricia Bullrich", señaló Peretta.

De esta forma, Juntos por el Cambio encontró un sector gremial cercano ideológicamente, en medio de sus diferencias con los sectores más tradicionales de la CGT, de perfil peronista, y luego de que la anterior "pata sindical" del espacio, las 62 Organizaciones Peronistas, finalmente se acercaran a Alberto Fernández tras la muerte de su líder y aliado al macrismo, Gerónimo Venegas.