La vicepresidenta Cristina Kirchner compartió hoy una declaración política del Partido Justicialista bonaerense en rechazo al intento de golpe de Estado en Brasil, documento que expresa la preocupación de que sectores de la oposición no sean capaces de realizar un "repudio sin miramientos" a la intentona de asalto a las instituciones democráticas en el país vecino.

"Repudio sin peros (y memoria) sobre el intento de golpe de Estado en Brasil", es el título del escrito que publicó el partido que a nivel bonaerense preside Máximo Kirchner.

La ex presidenta calificó el comunicado como un "imperdible análisis de la inoculación del odio, el rol de los medios y su consecuencia inevitable: la violencia política".

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Luego de repudiar el intento de golpe de Estado perpetrado por seguidores del ex presidente de Brasil Jair Bolsonaro, el PJ bonaerense relató la secuencia histórica de los años años previos. 

"La foto de lo sucedido el domingo tiene una historia larga que no comenzó con la elección de Lula. Comenzó muchos años antes, cuando los grupos de poder brasileños se sirvieron de Bolsonaro para perseguir, humillar y encarcelar a Lula da Silva. Creyeron que encarcelando a un dirigente eliminaban la fuerza social que lo acompaña. Se equivocaron", sostuvieron.

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Sin embargo, reconocieron que con esas acciones irregulares "lograron dañar a la sociedad brasileña: sembrando el odio primero contra un dirigente, luego contra un espacio político y finalmente contra una parte mayoritaria de la sociedad".

"Para eso fue clave la participación del Poder Judicial, del establishment económico y, por supuesto, de grandes grupos de medios de comunicación que no fueron meros replicadores de causas judiciales sino que fueron parte activa de esos procesos", consideraron.

En este contexto, recordaron críticamente que "grupos mediáticos de nuestro país, que hoy se rasgan las vestiduras por la asonada golpista, entonces formaron parte del coro mediático que pidió el encarcelamiento de Lula", y que "esta misma Corte Suprema de Justicia de nuestro país recibió con honores al por entonces juez Moro, como un héroe de la lucha contra la corrupción".

"Como sabemos ahora, Lula no fue condenado por corrupción: fue condenado por corruptos, tal como demostró el informe de la Organización de las Naciones Unidas sobre el proceso judicial fraudulento contra el compañero presidente de Brasil", subrayaron.

En el mismo texto, resaltaron que dicho proceso "no resultó gratuito y la sociedad brasileña salió dañada".

"La irracionalidad y el odio ya forman parte del escenario político brasileño. Es tarde para los arrepentimientos de esos grupos de poder", advirtieron.

En este orden, remarcaron que Brasil debería servir como espejo para ver reflejado el futuro del país "si los grupos de poder en la Argentina no comprenden lo que están haciendo".

En este sentido, advirtieron que "mismos métodos van a dar mismos resultados".

"Como demuestra Brasil, no alcanza con una victoria electoral para desandar años y años de siembra del odio, del miedo, de destrucción de cualquier idea de comunidad", indicaron.

Para el PJ bonaerense, "hay un solo antídoto y es entender que para sanar hay que ganar las elecciones: pero luego tenemos la misión de gobernar para las mayorías silenciosas con justicia social, soberanía política e independencia económica".

"Es preocupante que sectores políticos de toda la región no sean capaces de repudiar sin miramientos lo que es un claro y evidente intento de golpe de Estado", enfatizaron.

Y señalaron que Juntos por el Cambio tampoco había denunciado el golpe ejecutado contra el ex presidente de Bolivia Evo Morales, alzamiento militar que "contó no solo con la complicidad de esos actores sino incluso con el envío de recursos materiales (municiones, en este caso) del entonces gobierno del ex presidente Mauricio Macri".

"La región necesita trazar una línea roja respecto de actores políticos incapaces de diferenciar entre lo que está dentro y lo que está fuera del juego democrático", expresaron, y terminaron la carta abierta manifestando la solidaridad con Lula Da Silva, con el Partido de los Trabajadores de Brasil y con el pueblo brasileño.