Cristina Fernández de Kirchner: "Esta acusación es un disparate judicial, institucional y político"
La vicepresidenta explicó que el Memorándum con Irán "tenía un único objetivo: que los acusados de haber sido los autores ideológicos del atentado a la AMIA pudieran ser indagados por el juez".
Al reclamar la nulidad de la causa del Memorándum con Irán, la vicepresidenta Cristina Kirchner aseguró este viernes que esa investigación es "un disparate judicial, institucional y político", al tiempo que apuntó contra el ex mandatario Mauricio Macri por la "persecución" judicial en su contra entre 2015 y 2019.
En audiencia virtual y desde el Congreso de la Nación, la vicepresidenta fundamentó su nulidad ante el Tribunal Oral Federal 8 el mismo día en que se realizaron los actos del 27 aniversario del atentado a la AMIA y con la ausencia de los querellantes familiares de víctimas.
La primera en hablar fue Cristina Kirchner por espacio de una hora y luego algunos de los otros acusados, aunque las exposiciones seguirán a partir del 4 de agosto próximo tras la feria judicial de invierno.
La ex presidenta calificó como un "disparate judicial, institucional y político" la causa por encubrimiento que se inició a partir de la denuncia que hizo el fiscal Alberto Nisman cuatro días antes de aparecer muerto.
Cristina Kirchner insistió con la teoría del lawfare -referida a la presunta complicidad entre el poder político y judicial- y en ese sentido apuntó al presidente Mauricio Macri al afirmar que "desde los primeros días de su gestión” utilizó al Poder Judicial como "elemento de persecución a opositores políticos".
El alegato de la vicepresidenta, que criticó con dureza al Poder Judicial, fue escuchado por los jueces, el fiscal Marcelo Colombo y algunos de los otros acusados en la causa, entre ellos Carlos Zannini, procurador del tesoro de la Nación, y Andrés "Cuervo" Larroque, diputado nacional, entre otros.
Cristina Kirchner recordó que ella era legisladora al momento del atentado y que luego integró la Comisión Bicameral del Congreso que investigó el hecho ocurrido el 18 de julio de 1994 hasta el año 2001.
La vicepresidenta explicó que el Memorándum "tenía un único objetivo: que los acusados de haber sido los autores ideológicos de la AMIA pudieran ser indagados por el juez".
Pero sostuvo que pese a esa intención, "jamás entró en vigencia porque Irán -que según el fiscal Nisman era la favorecida-, jamás en su parlamento aprobó ese memorando".
En ese punto, el secretario de Justicia Juan Martín Mena dijo a su turno que "nunca" se alteraron las alertas rojas con el pedido de detención sobre los iraníes acusados por el atentado al firmar ese tratado, y se lamentó por las víctimas del ataque a la mutual judía.
Durante su exposición, Cristina Kirchner señaló que, en la causa, se intentó desde el Poder Judicial "poner a un tribunal oral a dedo" para juzgarla.
Al respecto, la ex mandataria dijo que todas sus causas judiciales "les tocaban a (Claudio) Bonadio y (Julián) Ercolini" en primera instancia y "si algo se les escapaba" les llegaba en la Cámara de Casación a los magistrados Gustavo Hornos y Mariano Borinsky.
"Si a Bonadio y Ercolini se les escapaba algo, me estaban esperando en Casación Hornos y Borinsky para darme lo que, según ellos, me merecía", subrayó.
En ese sentido, recordó que Borinsky y Hornos "jugaban al tenis" con Macri y enumeró cada una de las visitas de eso magistrados a la Quinta de Olivos y Casa Rosada.
"Si como dicen ellos fueron a charlar de cosas que no tenían nada que ver (con las causas judiciales), no se entiende por qué no se informó y se suprimió de la lista" esos ingresos, agregó.
Además, recordó que los dos camaristas "se habían declarado incompetentes en todas las causas vinculadas con la AMIA porque habían tenido algún grado de participación" en las instancias anteriores.
"Se habían excusado por decoro, delicadeza y no sé qué otra palabra. Acá no, porque acá estaba Cristina, y no había excusación posible. Había que ir contra ella", embistió la vicepresidenta.
Además, vinculó el derrotero de la causa por el memorándum con el conflicto que tuvo durante su mandato con los llamados "fondos buitre", los acreedores que no formaron parte de la reestructuración de la deuda y litigaron contra la Argentina.
"¿Fue sólo para perseguir a los opositores políticos? También hubo otras cosas. En aquellos años en que me tocó ser presidenta nos habían declarado la guerra los (fondos) buitres, que querían cobrar de la Argentina lo que finalmente cobraron", afirmó la ex mandataria.
Tras calificar la causa como "el montaje de una mentira", la vicepresidenta agregó: "Tengo 68 años, ya fui presidenta dos veces, no me mueve nada más que dejarles a mis hijos y a mis nietos un país mejor que el que recibió su abuelo en 2003".