Cristina Kirchner al banquillo de los acusados: a diez años de Nisman, tensiones en el PRO y saltos hacia La Libertad Avanza
Se reavivan denuncias de encubrimiento a Irán, mientras la expresidenta enfrenta cargos judiciales por traición y el PRO se fractura con fugas a LLA.
A diez años del asesinato de Nisman, seguimos descubriendo las atrocidades que cometieron el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner antes y después de la muerte del fiscal. En una interesante entrevista realizada al periodista e investigador Daniel Santoro por el diario español El Mundo, se revela que fue Hugo Chávez quien convenció a la expresidenta de negociar con el Estado terrorista de Irán. Venezuela ha sido la principal vía de entrada de Irán en Latinoamérica, y existen numerosos iraníes con pasaporte venezolano, lo que ilustra las promiscuas relaciones entre el kirchnerismo y la dictadura venezolana.
El objetivo de esta alianza era eliminar las alertas rojas de Interpol que pesaban sobre varios jerarcas iraníes responsables del atentado a la AMIA, que dejó 86 muertos. A Nisman lo asesinaron porque al día siguiente iba a denunciar a Cristina Fernández de Kirchner por traición a la patria debido al memorándum que firmó para otorgar impunidad a los iraníes involucrados. Tras su muerte, se dedicaron a manipular la escena del crimen para destruir evidencias. Según Santoro, hasta 88 personas ingresaron al pequeño departamento de dos ambientes de Nisman, moviendo objetos y alterando el lugar de los hechos. El peronismo trabajó activamente para encubrir pruebas y desacreditar tanto la figura como el trabajo del fiscal.
Este año se presentará un escenario esperado por muchos: Cristina Fernández de Kirchner deberá sentarse en el banquillo de los acusados por el delito de traición a la patria. Mientras tanto, el gobierno prepara un proyecto de juicio en ausencia que permitirá enjuiciar a los iraníes responsables. Han pasado diez años de esfuerzos por ocultar la verdad, pero la cita de Ortega y Gasset cobra plena relevancia: “La realidad ignorada prepara siempre su venganza”.
En paralelo, el envío del proyecto de Ficha Limpia al Congreso durante las sesiones extraordinarias es una buena iniciativa que, de aprobarse, impedirá que delincuentes condenados en doble instancia, como Cristina Fernández de Kirchner, se postulen en elecciones. Esta medida responde al malestar de una parte de la sociedad, que se hizo evidente cuando el proyecto fracasó previamente en la Cámara de Diputados. Si se aprueba, la expresidenta no podrá ser candidata este año, y es de esperar que el Congreso esté a la altura de esta demanda ciudadana.
Por otro lado, esta semana continuó el fenómeno de políticos del PRO que saltan a las filas de La Libertad Avanza (LLA). Tras los movimientos de figuras como Diego Kravetz (histórico saltarín político) y Luis Juez, ahora es el turno de Diego Valenzuela. Este tipo de acciones generan desconfianza, ya que muchos políticos parecen estar más enfocados en su conveniencia personal que en sus convicciones. Es preocupante ver cómo algunos, que hasta hace poco eran larretistas, ahora se presentan como libertarios, lo que genera una mezcla de risa y vergüenza ajena.
El PRO, liderado por Mauricio Macri, debería enfocarse en el futuro y promover un recambio generacional profundo. Existen diputados jóvenes, menores de 40 años, con capacidad y sin antecedentes cuestionables, que podrían liderar la renovación del partido. El electorado del PRO se identifica como de centro-derecha, republicano, liberal y antiperonista, y un error recurrente ha sido intentar captar figuras provenientes del peronismo. Estos movimientos oportunistas suelen fracasar, como ocurrió con Miguel Ángel Pichetto, quien abandonó el PRO tras cobrar cargos importantes (luego de su candidatura a vice que no aportó un voto), o con otros nombres convocados por Larreta durante su intento de alcanzar la presidencia. Incorporaciones como estas no contribuyen a construir una fuerza política sólida, y LLA demuestra pocos escrúpulos a la hora de sumar adherentes.
Recuperar una identidad política clara es fundamental para garantizar el futuro del PRO. Adaptarse a las coyunturas sin una visión propia no resuelve nada. Ya sea en alianza con LLA o por separado, lo esencial es tener una identidad definida. Las imitaciones nunca son suficientes.
DARIO LOPERFIDO