La Secretaría de Derechos Humanos y la de Trabajo firmaron una resolución conjunta que ordena a una empresa privada inscribir en el legajo de una trabajadora la verdadera razón de su baja laboral: fue asesinada por la dictadura.

Se trata de Cristina Catalina Galzerano, quien trabajaba en Xerox Argentina cuando fue asesinada por el régimen en 1977.

Galzerano, de 31 años de edad y militante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), fue asesinada el 24 de octubre de 1977 en su domicilio del barrio de Chacarita.

Según reconstruyeron familiares de la víctima, “un grupo de tareas de Campo de Mayo derribó la puerta, para intentar llevarse a Cristina y a su pareja, José Luis Tagliaferro”.

“Esa noche los dos decidieron enfrentar a la dictadura. Subieron a las terrazas y ganaron los techos, lejos de nuestra casa, hicieron uso de sus armas contra los milicos, estos les gritaban que se rindieran, pero nadie se rindió. Se defendieron. Cristina recibió dos tiros uno en su cadera y luego estando detenida en el piso y herida, fue rematada de un tiro en la nuca”, añade el relato.

Tagliaferro fue detenido y aún hoy continúa desaparecido.

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El acta de defunción que le entregaron a los familiares de Galzerano sostenía falsamente: “Encontrada al costado de la ruta 8 lindero al cuartel de Campo de Mayo… Presenta destrucción de masa encefálica. Domicilio desconocido”.

La Resolución firmada por el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, y por el secretario de Trabajo, Marcelo Bellotti, se dispuso en el plazo de 30 días la reparación del legajo laboral de Galzerano.

La Ley 27.656, sancionada en diciembre de 2021,  establece la inscripción de la condición de detenido-desaparecido en los registros laborales de aquellos trabajadores y trabajadoras que, al momento de su desaparición, estaban empleados en el sector privado, aunque aparezcan como desvinculados por otras razones.