La Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena a prisión perpetua para Jorge Norberto Apa, ex jefe del Destacamento de Inteligencia 201 de Campo de Mayo por la muerte de la militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) Ana María Martínez.

Se trata de una de las últimas víctimas registradas de la dictadura, pues los hechos ocurrieron en la localidad bonaerense de San Martín el 4 de febrero de 1982, dos meses antes de la Guerra de Malvinas y cuando el régimen aún planeaba perpetuarse en el poder.

Apa ya fue condenado a prisión perpetua en otro juicio por los crímenes contra 88 militantes de la organización Montoneros durante la denominada "Contraofensiva".  

El máximo tribunal penal, con las firmas de los jueces Alejandro Slokar, Guillermo Yacobucci y Ángela Ledesma, ratificaron la condena dictada por el Tribunal Oral Federal número uno de San Martín.

El fallo sostiene que más allá de la tardía fecha de ocurrencia de los hechos respecto del momento más intenso de la represión ilegal, “no fueron cometidos de manera aislada, sino bajo un contexto y de un modo que permiten calificarlos como crímenes de lesa humanidad”.

“La Policía de la Provincia de Buenos Aires, que fue quien llevó a cabo materialmente la infiltración al Partido Socialista de los Trabajadores y el seguimiento posterior de la víctima, estaba en el ámbito geográfico donde ocurrieron los hechos bajo la jurisdicción del Comando de Institutos Militares”, subrayó el juez Slokar en su voto.

El fallo refutó los argumentos de la defensa oficial de APA sobre la base de la declaración indagatoria del difunto  Miguel Etchecolatz, quien “en su indagatoria señaló que la fuerza policial estaba sometida al control militar en operaciones contra la subversión poniendo a su disposición hombres y medios”.

La víctima, Martínez –marplatense, de 32 años al momento de los hechos- trabajaba en la  metalúrgica DEA cuando el 4 de febrero de 1982 “dos tipos la agarraron cuando salía de su casa y la metieron en un auto”, según reconstruyó un testigo durante el juicio

Su cuerpo apareció una semana más tarde, el 11 de febrero, semienterrado a orillas del Canal Villanueva, en Tigre.