Las declaraciones del ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, sobre la posibilidad de que se genere una "cepa Buenos Aires" de Covid-19 generaron malestar en la Ciudad, donde el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, dijo que la Nación libra "peleas políticas" que "son irresponsables y peligrosas".

El pasado martes por la noche, De Pedro remarcó que donde crecen los contagios "se puede generar una cepa nueva" y agregó: "Le pido con total sinceridad a los dirigentes de la oposición que son un poco más anti medidas que no seamos irresponsables porque podemos llegar a generar la cepa Buenos Aires, la cepa Caballito... seamos responsables".

La respuesta llegó este miércoles por parte del ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, y luego de Santilli, quien le respondió al ministro a través de Twitter y acusó al Gobierno nacional de "falta de autocrítica" ante la llegada de la segunda ola de la pandemia.

"La falta de autocrítica del Gobierno nacional ya está generando una nueva cepa en la gente: la de la bronca y la incertidumbre. Sus peleas políticas son irresponsables y peligrosas para todos los argentinos. Responsable es testear y vacunar como hace la Ciudad", expresó el vicejefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

Más temprano, Quirós también se refirió a los dichos de De Pedro, respecto de la posibilidad de que se genere una cepa autóctona de la Ciudad si no se reduce la circulación comunitaria del coronavirus, y sostuvo que "podría ocurrir en cualquier lugar".

"Todos los países que tienen circulación viral tienen riesgo de que algún cambio genético del virus genere una nueva variante y la Argentina no es la excepción. Toda la Argentina tiene una circulación viral muy intensa, así que podría ocurrir en cualquier lugar del país", explicó el ministro porteño.

El cruce surge de las diferencias entre el gobierno del presidente Alberto Fernández y la gestión de Horacio Rodríguez Larreta en torno a la forma de implementar nuevas restricciones ante el crecimiento de los contagios. En ese debate, tallan el Gobierno bonaerense de Axel Kicillof, que busca medidas más estrictas para reducir la circulación, y el ala más "dura" del PRO encarnada por Patricia Bullrich, que rechaza con mayor fuerza las restricciones.

De Pedro advirtió en declaraciones a la señal TN el pasado martes sobre el riesgo de no frenar la circulación comunitaria del Covid-19 y señaló: "Estamos teniendo circulación de las nuevas cepas. Para algunos, la segunda ola es una nueva pandemia y viene en serio: viene con mucha velocidad de contagio, con mucha peligrosidad".

El ministro reconoció que todos están "hartos, cansados, con incertidumbre", pero remarcó que se debe tener cuidado para no llegar a una situación similar a la que enfrenta Brasil, donde ya se registraron más de 350 mil muertes y se generaron nuevas variantes del virus.

"Donde hay una cantidad de contagios muy grande se puede generar una cepa nueva. Le pido con total sinceridad a los dirigentes de la oposición que son un poco más anti medidas que no seamos irresponsables porque podemos llegar a generar una cepa nueva: la cepa Buenos Aires, la cepa Caballito, la cepa Caballito. Seamos responsables, porque donde el virus circula con más velocidad, se fortalece", subrayó.

Al ser consultado sobre la posibilidad de que se avance con mayores restricciones ante el acelerado incremento en la cantidad de contagios, el referente de La Cámpora señaló: "Mientras se pueda combinar manteniendo la estructura económica funcionando, el aprendizaje de la primera ola y de la segunda, a medida que vayamos conociendo el comportamiento de las nuevas cepas, se irán tomando nuevas medidas".

"A nadie le gusta tomar medidas", destacó De Pedro, quien celebró la decisión del presidente Alberto Fernández de ampliar el comité de expertos y convocar a la oposición a participar del debate.

Acerca de la alianza Juntos por el Cambio, el ministro del Interior instó al espacio opositor a generar "dirigentes más racionales, más positivos" y lamentó que "terminan sobresaliendo las voces de (el ex presidente Mauricio) Macri y (la presidenta del PRO, Patricia) Bullrich, que tienen una lógica de hacer daño más que de colaborar".